Redistribución de las tierras ociosas: hecho
Condenas al imperialismo: hecho. Nacionalización de la compañía telefónica: hecho.
-De El Tribuno, Salta, Argentina
-SERVICIOS GOOGLE PARA BLOGGERS-
.
Los programas populistas del presidente boliviano Evo Morales y del venezolano Hugo Chávez son muy parecidos y esa similitud se hizo evidente esta semana cuando Morales anunció que nacionalizaría la principal compañía de telecomunicaciones, pocos meses después de que Chávez hiciese lo propio en Venezuela.
Estos paralelos inquietan a quienes piensan que Morales sigue el mismo camino de Chávez hacia un ambiguo futuro socialista.
La mayoría de las reformas promovidas por Morales, sin embargo, son dictadas por la turbulenta historia boliviana.
Y, si bien sus políticas son muy parecidas, los resultados en Bolivia, un país pobre, de mayoría indígena y sin salida al mar, podrían ser muy distintos a los de Venezuela, una nación petrolera.
Morales no niega la influencia de Chávez.
Vuela por el país en helicópteros militares prestados por el presidente venezolano y sacó adelante la nacionalización del gas del año pasado asesorado por los mismos abogados estadounidenses que utiliza Chávez para sus nacionalizaciones.
Chávez paga por sus servicios en ambos países.
Al igual que Chávez, el presidente boliviano considera a Fidel Castro un héroe. Pero sería un error pensar que Chávez está detrás de todos los cambios en Bolivia.
La revolución que encabeza Morales fue desatada por violentas protestas del año 2000 contra la compañía estadounidense Bechtel Corp por aumentar los precios del agua luego de hacerse cargo en ese servicio en Cochabamba.
El alzamiento reflejó la frustración ocasionada por las fallidas privatizaciones de los años 90.
``Esto se gestó aquí mismo'', comentó Jim Shultz, director del Centro para la Democracia, una agrupación sin fines de lucro con sede en Cochabamba que sigue la política boliviana.
``Solo quienes participan de las conversaciones privadas de Evo y Hugo saben si el proceso se profundiza o avanza en otras direcciones porque Morales sigue el modelo de Venezuela''.
Los primeros 14 meses del gobierno de Morales parecen una versión condensada de los primeros ocho años de Chávez en el poder.
Del mismo modo que lo hizo el líder venezolano, Morales convocó una asamblea constituyente, procuró ampliar los poderes de la presidencia, lanzó un ambicioso proyecto de reforma agraria y consolidó el control del estado sobre industrias y recursos naturales básicos.
En Bolivia, sin embargo, agrupaciones apoyadas por la mayoría indígena venían exigiendo una nueva constitución desde mucho antes de la victoria electoral de Chávez en 1998; la reforma agraria de Morales, aprobada en noviembre, revivió una fallida reforma ensayada en 1952, y la nacionalización del gas natural fue uno de los gritos de batalla de las multitudes insatisfechas que salieron a la calle y voltearon dos gobiernos en tiempos recientes.
La nacionalización de la compañía telefónica Entel, en cambio, no fue producto de presiones populares y afecta a la única empresa privatizada hace una década con buenos resultados.
En una década de grandes cambios tecnológicos, la empresa matriz de Entel, la firma italiana Telecom Italia, invirtió 600 millones de dólares y, empezando casi de cero, creó las redes de internet y de telefonía celular más grandes de Bolivia.
Morales no dispone de los petrodólares con los que Chávez vuelve a nacionalizar empresas como la C.A Nacional Teléfonos de Venezuela.
Chávez también tiene un control político de su país que Morales no ha logrado.
La Asamblea Nacional venezolana autorizó a Chávez a gobernar por decreto durante 18 meses, mientras que Morales se enfrasca en grandes batallas con un Senado controlado por la oposición y con fuertes gobernadores estatales.
``Se está convirtiendo en un eco, en un actor que copia las decisiones del presidente Chávez'', afirmó José Antonio Aruquipa, del partido opositor Podemos.
``Chávez ataca a la prensa y Morales también lo hace; Chávez la emprende contra la propiedad privada, y aquí se toman medidas similares'', agregó.
La difusión del ``chavismo'' contrasta con lo sucedido en los años 90, en que los países latinoamericanos siguieron un modelo de privatizaciones que no dio resultados.
Los bolivianos de todas las tendencias, no obstante, se irritan cuando Morales llama a Chávez ``comandante''.
``Cuba y Castro no pudieron sentar una presencia aquí a pesar del Che (Guevara)'', expresó el analista político Mario Espinoza, aludiendo al revolucionario argentino-cubano muerto en 1967 al tratar de impulsar un alzamiento comunista en Bolivia.
``Venezuela está de moda ahora, pero es solo eso, una moda''.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario