De la Opinió de Málaga.com
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Para estas cosas, don Miguel de Cervantes siempre viene bien porque nos dejó muchas recetas. Acudamos a una: "Donde hay fuerza de hecho, se pierde el derecho". Si quienes practicaron la mala educación con el alcalde en la apertura de la Feria de los Pueblos pretendían ponerle en evidencia, consiguieron perfectamente lo contrario: catapultarlo al martirologio. Impedirle el paso a una institución por parte de otra no sólo es impresentable, sino intolerable. A menudo quienes las representan se divierten devaluando la simbología que están obligados a defender. Y eso está muy mal. Y en este caso, peor. Insisto, si quienes dejaron en ridículo al alcalde pretendían desenmascarar la solidez de su etiqueta ante el electorado, le dieron un empujoncito para un escaño más.
Gazpacho
Y, como siempre, el alcalde les ganó sin despeinarse en estas lides protocolarias aguantando el gazpacho. Pero es que, además, ¿cómo se pone en evidencia a alguien? Intentar, por ejemplo, vender que el alcalde es un vago o un maleducado (ya que su capacidad de trabajo y su evidente educación son dos de sus pilares fundamentales) es como vendernos que Messi, el del gol, tiene los pies planos. Si no es por eso, si se le desprecia porque se le considera alguien indigno o inmoral, intentar minusvalorar al alcalde públicamente como se hace con una persona non grata se debe hacer en los tribunales o aguantarse, antes de convertirlo en un héroe de cara al ciudadano que soportó con bochorno cómo se le cerraba el paso hasta casi empujarle al primer edil de la ciudad, en su ciudad.
Y olé
Para colmo, estos escarceos con traca de salón de feria, que no de palacio de ferias, se hacen tirando con pólvora ajena, la que sale del dinero público. El mismo dinero que se reparte entre los presupuestos de todas las instituciones, encargadas de volverlo a repartir para el bien de todos y no sólo de una parte, y olé. Pero tampoco el alcalde lleva últimamente una buena racha a la hora de separar con escrúpulo sus deberes institucionales de su pertenencia al Partido Popular. El hecho de suscribir el boicot ordenado por la actual cúpula de los populares a unos medios de comunicación determinados, no como candidato popular, sino como alcalde de todos y para todos los medios alcalde, y sin dejar de cobrar su sueldo del mismo dinero público antes mencionado, no le proporciona la altura moral que muchos sabemos que tanto le preocupa mantener ante sus electores.
Desatino
Ni el presidente Chaves parece muy atinado con sus declaraciones últimamente, corresponsabilizando en cierta manera de lo ocurrido en Marbella a los periodistas de la era Gil y Gil, o sea, Gil al cuadrado. En el congreso nacional de editores de prensa, el presidente Chaves dejó claro que Marbella es el sitio donde "tal vez más se haya equivocado la política y el periodismo". Lo del `tal vez´ lo dijo por la boutade que llevaba implícito tal aserto, es fácil suponerlo. En suma, reconoció el Presidente, con la que ahora está cayendo, que "Marbella ha sido un fracaso de la política, pero también del periodismo" Un fracaso que sólo en el caso del periodismo, ha venido a decir, supone una factura que "acostumbra a quedar impagada". Aunque el nervio de parte de su discurso fue bien encaminado a buscar una mayor implicación de los editores a la hora de no tratar el periodismo como un simple negocio, sin más, asumiendo su responsabilidad en la mejora y transformación social y no en una única rentabilidad económica, la verdad es que resulta difícilmente soportable que haya puesto en semejantes hombros la puya de sus críticas.
Soledades
Porque la mayoría de aquellos programas que convirtieron a Gil en su reclamo de feria y tal y tal, eran formatos espectáculos, deportivos, trasnoches o propuestas de gran audiencia con Gil en bañador y chicas en biquini. No debiera confundirlo el presidente con el periodismo, con la información y con la opinión que, esforzada en ocasiones hasta la presión personal y la amenaza, y en una sorprendente soledad, nos ha dejado actuaciones ejemplares como la de Félix Bayón, por nombrar a alguien que hoy desgraciadamente nos falta. Y de nuevo cabe no olvidar algo que dejó claro de manera reiterada el nuevo secretario municipal en Málaga, Venancio Gutiérrez Colomina, en las jornadas jurídicas `Por el diálogo´, ningún plan general de ordenación urbana de ningún ayuntamiento puede aprobarse si no es por la Junta. Y otra cosa es que tardaran en publicarse en el boletín de la provincia años, como ocurrió con el PGOU de 1986 en Marbella, y que eso sirviera a la Justicia para considerar como "delito imposible" el recrecimiento paulatino de 30.000 viviendas ilegales. Del librito de Góngora que ha repartirá la consejería de Cultura el lunes por el Día del Libro, saco estos versos que vienen a cuento y al cuento: "Traten otros del gobierno / del mundo y sus monarquías, / mientras gobiernan mis días / mantequillas y pan tierno, y las mañanas de invierno / naranjada y aguardiente /Ándeme yo caliente y ríase la gente".
Porque hoy es sábado, quede constancia de que esta semana hemos ganado todos con el ejemplo de televisión pública y verdadera que nos ha dado TVE. `Tengo una pregunta para usted´ ha vuelto a poner en evidencia que se pueden hacer bien las cosas, con respeto y en libertad. Rajoy no estuvo mal, pero mejor estuvieron los ciudadanos preguntándole. Más de seis millones de espectadores preocupados por la política en horario de máxima audiencia. No hizo falta sacar a un Gil vocinglero ni poner a periodistas. Una sensación agridulce que ambos pierdan audiencia. Habrá que revisarse.
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