miércoles, abril 18, 2007

“Me gusta la permanente soledad del escritor delante de un papel”



ALFONSO USSÍA, ESCRITOR

Punzante pero bromista. Crítico pero desenfadado. Así es el estilo literario de Alfonso Ussía. Autor de numerosos libros, columnista de opinión en el diario La Razón y en la revista semanal Tiempo, Ussía desarrolla un estilo literario de humor inteligente e irónico. Su obra le ha llevado a despuntar como uno de los escritores más destacados de su género, con numerosos premios y reconocimientos. Pero más allá del profesional, hay una persona con toda una filosofía de vida.

Por Cristina de Simón

La Semana, España

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¿Cuáles fueron sus inicios en la radio?
Empecé en Antena 3 cuando me llamó don Manuel Martín Ferrán. Todas las noches hacía unos versos satíricos sobre la noticia del día en un programa que se llamaba Hora Cero. Luego además realizaba la crítica de teatro y literaria de ese día. Y también un programilla por la mañana. Al cabo de unos 5 o 6 años, me llamó Luís del Olmo a través de Antonio Mingote para que me fuera al “Debate del Estado de la Nación”, y entonces entré con él, Tip, Col, Chumi Chumez, Antonio Ozores y el propio Mingote en las tertulias y en El Debate.

El Estado de la Nación, fue el primer programa de humor de la radio con un éxito impresionante. ¿Por qué cree que tuvo tanto éxito?
El éxito fundamentalmente fue gracias a un genio especial, Luís Sánchez Polác ”Tip”. Yo en ese programa prácticamente no aparecía porque intervenían algunos de mis personajes, como el Doctor Gorroño, Floro Recatado, Jeremías Aguirre y un viejo verde que se llamaba Juan Pineda. Pero el personaje que llevaba toda la fuerza era Tip, y la prueba está en que cuando se murió todos quisimos dejarlo.

Con esa experiencia tan increíble, sería un reto poner en marcha La Jaralera, ahora en la COPE…
Sí, porque en aquel momento me aparté sentimentalmente de la radio. Me daba mucha pena; me lo había pasado muy bien en este medio. Entonces Carlos Herrera me convenció para hacer un programa todos los miércoles con Antonio Burgos y con un poeta satírico sevillano, que está loco y es genial, llamado Antonio Garmendia. Me divertí mucho haciendo ese programa, pero me llamó Federico, que llevaba muchos años intentando que volviera a la COPE. Antes no me dejaban entrar en esta emisora pero me dijo que le encantaría que trabajáramos juntos. Acepté y la verdad es que estos dos años han sido para mi estupendos. Miner, Echevarria y Woper del Grupo Risa, son fantásticos.

¿Por qué no le dejaban entrar en la COPE?
A mí me echaron de la COPE porque hice unos versos del que era Obispo de San Sebastián, Monseñor Setién: “En el portal de Belén nadie toca la zambomba porque un hijo de Setién ha colocado una bomba…". Luís Herrero, que era muy amigo mío, intentó hace tres años que volviera a la COPE y le dijeron que no. La iglesia es muy lenta en reconocer sus aciertos y sus errores. Al final lo consiguió Federico y estoy encantado. Lo que no hago es crítica porque si yo tuviera que escribir en estos momentos o hablar en la COPE de algún obispo vasco, seguramente duraría poco.

¿De dónde sale en Doctor Gorroño, ese personaje tan peculiar y divertido?
Sale de… no se sabe, de repente. Hice una voz, y me divirtió el apellido Gorroño; entonces uní la voz con el apellido. Yo no se imitar, pero me encanta hacerlo con personajes que yo me figuro que existen, y de ahí salió Gorroño. Sorprendentemente se hizo un personaje muy popular. Yo creo que mucha gente admira o le gustan los personajes porque quiere ser como ellos. Gorroño es un sin vergüenza que no tiene ningún recato en reconocerlo, es un amoral, un depredador y un ser deleznable. Entonces a la gente le gustaría ser como Gorroño.

Habiendo trabajado con dos grandes del periodismo actual como Luís del Olmo y Federico Jiménez Losantos, ¿con quién se siente más a gusto?
Ahora mismo con Federico, sin comparación, aunque con él también tengo unas diferencias grandes. El trato que da a la Corona es parcialmente malo y creo que un poco inconsciente, porque en este momento lo fundamental y lo que nos une es el poder de la Corona, es el Rey, que está por encima de los poderes políticos. Por otra parte Luís del Olmo ha derivado; como todo castellano-leonés metido en Cataluña y con sus negocios allí, tiene el complejo del “charnego”, y coquetea mucho con los nacionalismos. Eso a mí me saca de quicio.

¿Hay algún periodista que le haya ayudado o inspirado?
Periodistas no, pero hay escritores que sí que me han influido mucho, especialmente Jaime Campmany y Paco Umbral, para mí los dos que han escrito mejor en los últimos 30 años. Yo literariamente lo estoy por la literatura inglesa de finales de siglo XIX y principios del XX, que me encanta, desde Oscar Wilde, Chesterton… Han sido como mis maestros; es donde he visto que el humor realmente sobrevuela las cosas.

EL PAPA Y SUS LIBROS

Tras la muerte de Juan Pablo II, le dedicó un artículo. ¿Qué ha sido para usted este Papa?
La iglesia necesitaba un Papa diferente, un Papa que viniera de la iglesia perseguida, y lo encontró. La prueba de ello es que el poder comunista estuvo a punto de asesinarlo. Ha sido un Papa controvertido, que creía en Dios y eso es muy importante. También ha sido muy odiado por la izquierda, porque derribó el muro, aunque socialmente era mas de izquierdas que la izquierda que le odiaba, y en cambio doctrinalmente parecía muy conservador. Pero en fin yo no soy nada experto en este tipo de papas. En cambio el Papa actual, no tiene ese don de masas, no le gustan tanto los grandes recibimientos ni las grandes manifestaciones. Es un intelectual profundo, pero creo que es muy bueno; es totalmente distinto.

¿De sus libros con qué personaje se siente más identificado?
Pues tengo este personaje que es el Marqués de Sotoancho, que para mí es como un hallazgo, porque lo paso muy bien escribiendo sobre él. Estoy muy metido en su personaje, me encanta.

¿Este personaje tiene un referente real?
Siempre hay referentes reales; no hay ningún personaje de un escritor que no tenga cosas suyas. Yo muchas veces incluso para ridiculizarme me meto en el personaje de Sotoancho. Sí, me gusta ridiculizarme.

En cuanto a sus libros “Tratados de las Buenas Maneras”. ¿Cree que los españoles están perdiendo estas buenas maneras?
Se están perdiendo, pero de todas formas no es un libro de protocolo, es un libro puramente humorístico, y propugna peores maneras todavía. Por ejemplo, que yo pida en el libro que le se sea amputado el dedo meñique a un pobre señor porque lo levanta para beber café es una barbaridad. Pero el libro no se puede interpretar desde otro ángulo que el del humor. Fue un libro que tuvo un éxito enorme. Se han vendido más de un millón de ejemplares de los tres.

En uno de ellos afirma que dejó a una novia por haber dicho que iba a “pillar un taxi”. ¿Es eso cierto?
Es que yo estaba de esa novia hasta las narices y entonces lo cuento, porque aprovecho una situación. Pero no es cierto que esa fuera la causa. Se me quedó grabado: “Vamos a pillar un taxi por que si no vamos a pillar un resfriado”

Hablemos de abuelos, del suyo y el de Zapatero, ambos muertos en la Guerra Civil. ¿Se corresponde la memoria histórica de su abuelo con la de Zapatero?
El abuelo de Zapatero era militar. Intervino con dureza en la represión del 34 de Asturias, que fue republicana. Y como pasa en las guerras los primeros que caen son los militares. Pero tampoco quiero meterme en eso. A mí me parece muy mal que mataran al abuelo de Zapatero, como me parece horrible que mataran a García Lorca o que mataran a mi abuelo. Lo que no se puede pensar es que después de 70 años de una guerra civil la única victima injusta haya sido su abuelo. El suyo quizás tenía unas connotaciones de menos inocencia que otros. El mío a lo que se dedico es a escribir. Escribió una obra de teatro fantástica “La venganza de Don Mendo”. Mi abuelo fue asesinado como García Lorca por un delito de opinión, cosa que al abuelo de Zapatero no. Él estaba metido en las fuerzas posiblemente represivas.

¿Qué piensa de los que le llaman facha?
Pues que son fachas, se están autodefiniendo. En el franquismo a pesar de que yo era muy joven estaba en los grupos monárquicos. Mi padre ha sido la persona que ha visitado más veces el Tribunal de Orden Público, por pertenecer al grupo de Don Juan. Siempre fui un antifranquista profundo, y siempre fui liberal. Pero es que la izquierda, que es muy sabia en sus mensajes, descalifica al que no piense como ellos y todo el que no sea socialista o comunista es un facha. Pero no me importa nada. La izquierda pensante no me considera así.

SU OTRA PASIÓN: EL REAL MADRID

Siendo un madridista nato, como su padre, aunque ahora sin carné de socio, ¿qué opina del trabajo realizado hasta ahora por el presidente del Real Madrid, Calderón?
Ser presidente del Real Madrid es dificilísimo, porque se es presidente de una multinacional. Cuando en 1991 me presenté a la Presidencia fui un osado, y fue mi mayor éxito, ya que aun sin dinero conseguí el 44 por ciento de los votos. Esto me dejó muy impresionado, porque el Real Madrid es una institución con carácter mundial, con una expansión enorme. Llevar este club es muy complicado y yo lo que quiero es que al Real Madrid le vaya fenomenal para disfrutar de él. Va a ser muy difícil volver a aquellos tiempos tan buenos. Yo lo paso mucho mejor cuando gana que cuando pierde

¿Cuál ha sido, según su criterio, el mejor presidente y el mejor jugador del Real Madrid?
El mejor presidente sin duda Bernabeu, y el mejor futbolista Di Stefano, y después de él, Puscas.

A Raúl le tiene un poco atravesado…
A Raúl no le tendría atravesado si no estableciera la relación entre lo que es como jugador y lo que cobra. Para mí eso es muy importante. Un jugador que cobra más de mil millones de pesetas netas al año, pagando el Real Madrid los impuestos, tiene que ser un jugador que marca absolutamente la diferencia, que si no juega se nota. Y Raúl no es uno de esos, es un buen jugador mediocre, no una estrella como se ha inventado. Estrella era Di Stefano, o Zidane, que era una maravilla y marcaba la diferencia, o Ronaldo cuando está bien. Pero Raúl no.

Y con Butragueño, ¿qué ocurre?
Butragueño es otro jugador que a mí me parece un farsante. Fue buenísimo pero sólo durante tres años. Aunque no le tengo una manía personal.

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