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Bachelet está asediada hace 51 días por el Transantiago, un sistema de transporte público que deja a decenas de miles de personas, especialmente en sectores pobres, sin tener en qué movilizarse al disminuir drásticamente de 8,000 a menos de 5,000 los autobuses que, apoyados por el tren subterráneo o Metro, deben trasladar a gran parte de los seis millones de santiaguinos.
La crisis desatada por el Transantiago es la peor que vivió el oficialismo en sus 17 años en el poder.
La presidenta del Partido Demócrata Cristiano, Soledad Alvear, dijo en la semana que el triunfo del oficialismo en las elecciones presidenciales del 2009 "depende de cómo logremos solucionar el tema y en eso debemos trabajar''.
Bachelet, que hace una semana se vio forzada a cambiar su gabinete ministerial, reconoció que "aquí las cosas no se han hecho bien''.
El cientista político Patricio Navia dijo ayer en el diario La Tercera, que ''los grandes problemas de Michelle Bachelet han sido de conducción política'' y por eso el nuevo ministro de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo, ``tiene la difícil tarea de hacer que este gobierno funcione bien''.
Luego del reciente cambio ministerial, Navia --cuya opinión es seguida con atención tanto en el oficialismo como entre la oposición derechista-- señaló que al realizar su segundo relevo de gabinete "Bachelet dispara su último cartucho para salvar su cuatrienio... Si este nuevo ajuste no logra ordenar al gabinete, el suyo habrá sido el primer gobierno concertacionista (oficialista) fracasado''.
Una encuesta divulgada hace poco por Adimark GfK mostró una caída de cuatro puntos de aprobación del gobierno de Bachelet, de febrero a marzo.
Bachelet, una médica socialista de 55 años, llegó al poder hace un año con un 65 por ciento de popularidad, que ahora se ubica entre el 42 y el 45 por ciento, según diversos sondeos.
Una encuesta publicada ayer en el periódico ElMercurio, señaló que tras el cambio de gabinete un 67.6 por ciento cree que la gestión de Bachelet va a seguir igual o empeorará.
El sondeo telefónico de El Mercurio Opina a 800 santiaguinos, cuyo margen de error es un 3.5 puntos porcentuales, también indicó que un 73,3 por ciento de los encuestados cree que el cambio era innecesario.
El gobierno puso en práctica el plan sin todos los autobuses necesarios, sin que el sistema de administración satelital estuviera funcionando y cuando faltaban miles de paraderos públicos, indispensables en las esperas de la locomoción.
Los problemas del Transantiago copan la agenda del gobierno y de sus ministros, al igual que las pautas de noticias.
Ascanio Cavallo, analista y decano de la Escuela de Periodismo de la Universidad Adolfo Ibáñez, dijo en LaTercera que ``la eficacia y confianza no han sido los rasgos dominantes de este gobierno''.
Las largas caminatas para tomar un autobús en Santiago, donde vive el 40 por ciento de los 15 millones de chilenos, los transbordos, el metro abarrotado de pasajeros y una odisea diaria para retornar a casa afectan a millones de personas en la capital.
Los analistas estiman que es muy probable que estos problemas le pasen la cuenta a Bachelet en las elecciones municipales del próximo año.
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