La nación se asoma a una peligrosa crisis alimentaria, a menos que se actúe rápido. la seguridad alimentaria tiene que ser la primera prioridad nacional
Por Ramón Alburquerque / El Caribe
Los gobiernos del PRD se distinguieron por el apoyo brindado a los productores nacionales, siempre han sostenido que la nación debe contar con un plan de seguridad alimentaria, y si bien, no lo hicieron aprobar explícita y formalmente, en la realidad lo llevaron a la práctica.
En cambio, el PLD partía de lógica distinta. A su juicio, era preferible aprovechar las importaciones de productos subsidiados por gobiernos de economías ricas, alimentar la población dominicana a precios más bajos, y cosechar el favor de los votantes.
Este elemento, combinado con las reformas fiscales ventajosamente aprobadas, hacían pensar a los líderes del partido morado que su permanencia en el poder iba para largo.
Los expertos en producción agrícola del PRD, encabezados por el ex presidente Hipólito Mejía, continuando con Eligio Jáquez, Tomás Hernández Alberto, Marcelino Vargas, Leonardo Faña, Andrés Bautista, junto a nuestros economistas y planificadores, han sostenido siempre que el país no debe depender de políticas coyunturales establecidas, por economías post industrializadas, conforme a sus propios intereses.
Lo anterior es pertinente porque sin contar con una fuerte industrialización, sin un sector financiero desarrollado, con un turismo en expansión que tiene aún horizontes amplios por delante, con una educación técnica incapaz de competir abiertamente, afectado por un sistema eléctrico caro y deficiente, pagando los fletes más altos del mundo, víctima de la más profunda corrupción oficial, y con un mercado pobre, resulta lógico desarrollar el sector agropecuario, donde existen claras ventajas competitivas.
La conciencia de esta realidad dictó el apoyo del PRD al sector mediante incentivos, protección, financiamiento preferencial, en temas de investigación, en divulgación tecnológica, abriendo nuevos mercados, con suministro de material reproductivo, preparación de tierras, en asentamientos.
La nación se asoma a una peligrosa crisis alimentaria, a menos que se actúe rápido.
La seguridad alimentaria tiene que ser la primera prioridad nacional, seguida por la educación, la salud, seguridad social, desarrollo industrial y demás sectores fundamentales.
La administración peledeísta está atrapada, porque jamás entendió la naturaleza crucial de la seguridad alimentaria.
Las economías ricas cambiaron sus políticas, ya no exportarán astronómicos excedentes subsidiados.
El desvío de granos y grasas vegetales a la producción de etanol y biocombustibles, impacta duramente las sociedades pobres. El 16 de mayo pagará Leonel su falta de visión.
Ramón Aburquerque es presidente del PRD
miércoles, mayo 07, 2008
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