Lic. Luís Ma. Ruiz Pou
Coincidencia: “Acción y resultado de coincidir. Ocurrencia de dos o más cosas o personas a un tiempo: Igualdad de formas, intereses, opiniones, etcétera, nuestra coincidencia en el modo de pensar logrará convencer a los indecisos.” (Diccionario español de la Academia de la Lengua Española).
La gente ha estado alarmada sobremanera desde que corrió, como reguero de pólvora, la noticia de que, piloteando su propio avión, un hijo del primer sustituto del presidente de nuestra Suprema Corte de Justicia, fue sorprendido tratando de introducir al país una cantidad de dólares sin declarar que, de acuerdo con la ley, es tipificado como “lavado de activo”; lo que significa que, tanto el dinero como la aeronave utilizada, automáticamente quedan bajo incautación legal.
Al respecto, tenemos que estar de acuerdo en cuanto a que un particular evento específico o coincidencia, que va a ocurrir, es improbable. Empero, que ocurra algún evento asombroso, no especificado, es certero, por lo cual las coincidencias extraordinarias son notadas a “posteriori” y no predichas con sospecha.
En nuestro país ocurren eventos jurídicos, en épocas específicas, que coincidencialmente son aprovechados con fines electoreros. Y por eso es que algunos de nosotros, que creemos en Dios, no necesitamos de la intervención especial de los poderes psíquicos para esperar; más, sin embargo, nos deleitamos elaborando hipótesis con hechos o eventos supuestamente quiméricos.
Para los años 1990 y 1994, sucedieron dos hechos jurídicos que favorecieron la re-postulación (re-elección) de Joaquín Balaguer a través de su Partido Reformista Social Cristiano (PRSC). En ambos eventos, la re-elección lucía irremisiblemente derrotada.
En 1990 las encuestas le indicaban a Balaguer que sería derrotado por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Sucedió que a pocos días de las elecciones el hijo del presidente de la Junta Central Electoral de entonces fue sorprendido, supuestamente, con un cargamento de drogas prohibida, lo que aprovechó Balaguer para ejecutar su recurrente proclividad al fraude electoral.
Se recuerda, que fue el propio Balaguer que, con la finalidad de dirigir los procesos eleccionarios, recomendó que fuera nombrado ése reconocido jurista como presidente del Tribunal Electoral; pero le había salido el “tiro por la culata” ya que, en principio, encontró resistencia de parte del prestigioso jurista. Pero con el expediente en las manos Balaguer venció la resistencia y se quedó con el poder a fuerza de sus consabidas mañas electorales.
En las elecciones del 1994, con el caso “Tonos” y las famosas drogas dentro de un avión de American, se decía que un importante cortesano de Balaguer era el principal sospechoso. ¡Eso le creó una peligrosa crisis a su gobierno!
En esa ocasión, también las encuestas reflejaban la derrota inminente del continuismo balaguerista. El país, por la percepción creada con la publicidad, creía que Balaguer ganaba. El viejo zorro se encontraba entre dos crisis políticas, la de Haití, con el coronel Raúl Cedrás, militar que Balaguer decía que respondía a sus intereses, y la del fraude electoral. Los EUA querían salir de ambas situaciones caóticas.
El resultado de esas elecciones fue violentado por medio de un colosal fraude en perjuicio del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que lo denunció a la comunidad internacional y obligó a la administración Clinton a tomar carta en el asunto. Entonces, Balaguer estaba entre dos fuegos: la crisis haitiana y el fraude electoral.
Balaguer aprovechó el caso “Tonos” para intercambiar con los EUA la crisis de Haití por el fraude electoral. Todos sabemos como terminaron ambos aprietos: Raúl Cedrás en Panamá y Balaguer dos años más. Esas ocurrencias jurídicas sucedieron en dos procesos electorales para favorecer la “re-elección”. ¡Que coincidencia!
Ahora, en mayo del año 2008, el doctor Leonel Fernández anda detrás de la “re-elección”. Pero su credibilidad está en crisis por los actos de corrupción de su gobierno. Las encuestas de radio y televisión indican que por los casos “Sun Land” y las nominillas “CB” está en bajando.
Por la “Sun Land” el PRD sometió una instancia de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia, expediente que se encuentra en manos del Magistrado Luciano Pichardo, padre del piloto Pichardo Canaán involucrado en el lavado de activo.
Fue voz populi que ése evento sería utilizado a favor de la “re-elección”. ¿Por qué? Muy sencillo, si el caso “Sun Land” es declarado inconstitucional, el doctor Leonel Fernández tendría que renunciar a la presidencia o el Congreso tendría que hacerle un juicio político y eventualmente destituirlo. Pero, la coincidencia, supuestamente, lo favorecería.
La intuición nos indica que con esta coincidencia de intereses que existe la propensión a la repetición, para favorecerse, se utilizará el mismo método de Balaguer para resolver ése evento, favorablemente, como fueron los casos referidos del presidente de la Junta Central Electoral, en el 90, y el de su cortesano que, finalmente, fueron a otros a los que acusaron de cometer los hechos.
Ha de esperarse que este evento no sea utilizado para “ayudar” a la re-elección y no vaya a perjudicar, en lo moral y lo espiritual, a nuestro querido Papi Luciano “por pura coincidencia”.
jueves, mayo 08, 2008
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