sábado, mayo 03, 2008
Propuestas anticorrupción (II)
La exposición de aristy castro refleja los cambios que se han experimentado en la sociedad dominicana, donde todos los sectores convergen en la necesidad de un control y castigo del fenómeno de la corrupción
Por Servio Tulio Castaños Guzmán / El Caribe
El pasado miércoles 23 de abril la Fundación Institucionalidad y Justicia celebró el segundo de los “Encuentros con Candidatos Presidenciales”, dirigidos a que la sociedad dominicana conozca sus propuestas anticorrupción.
La presentación estuvo a cargo del licenciado Amable Aristy Castro, candidato del Partido Reformista Social Cristiano, ante un auditorio muy concurrido en el recinto de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña.
Su exposición inició planteando que “la Corrupción hace imposible la vigencia de un Estado de Derecho”, y que el origen de la misma reside “en la falta de respeto al derecho y a la ley”. Expresó que la corrupción ha llegado “a convertirse en una verdadera cultura”, no solo porque tiene “carta de impunidad”, sino porque se exhibe de manera abierta.
Planteó que “estamos frente a un estado de corrupción”, pues “cuando el gobernante sustituye el interés común, el interés público, por su interés propio o partidario y lo hace de manera habitual, nos encontramos en estado de corrupción o lo que es lo mismo, con un estado desnaturalizado”.
Explicó que la corrupción “es un reflejo de la aguda crisis moral en que nos encontramos sumidos” y que la solución no depende de simples bálsamos sino extirpar el mal por medio del bisturí. Aclaró que “para ello se requiere como mínimo la participación de toda la sociedad en forma militante y activa”.
Citó entre los remedios para enfrentar la corrupción la atención a la educación; una fuerte y vigilante opinión pública, valiente y hasta acusadora; el cumplimiento estricto de la ley; y una justicia fuerte e independiente.
Uno de los puntos más destacados de su exposición fue su propuesta de elaborar un Plan Mínimo Nacional de Lucha contra la Corrupción, encabezado por la Iglesia católica y las demás Iglesias del país, que podría contener la verificación constante de las declaraciones de bienes y de los cambios en los patrimonios de los funcionarios públicos; observación de las compras y licitaciones que hagan los organismos del Estado; observación de la necesidad y de las condiciones de los empréstitos, pues generalmente la ciudadanía no se entera de ellos.
Para ello se debe legislar para que se publiquen, con por lo menos diez días de antelación, todo contrato o empréstito sometido al Congreso Nacional.
Otro punto importante fue su visión de que la designación del Ministerio Público debe ser realizada por una entidad como el Consejo Nacional de la Magistratura, con la participación de todos los sectores de la vida nacional.
Finalmente expresó que la Justicia tiene que ser fuerte y absolutamente independiente, no puede aceptar privilegios ni interferencias, pues no hay mayor corrupción que la perversión de la justicia.
Terminó afirmando con relación a este tema de la corrupción que “los pobres serán nuestros jueces”.
La exposición del licenciado Aristy Castro refleja los cambios que se han experimentado en la sociedad dominicana, donde todos los sectores convergen en la necesidad de un control y castigo del fenómeno de la corrupción.
Es tarea de la ciudadanía y sus organizaciones, dar seguimiento a estas propuestas y aportar para la construcción de una verdadera cultura de transparencia.
Servio Tulio Castaños G. es vicepresidente ejecutivo de FINJUS
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