lunes, mayo 05, 2008

Los empleados y los desocupados



Estas estadísticas nos confirman lo que hemos venido repitiendo con insistencia, es decir, que nos hemos constituido en una economía consumidora de bienes y servicios importados

Por
Carlos Despradel / El Caribe


Las últimas estadísticas disponibles sobre el empleo en nuestro país arrojan resultados que merecen ser analizados. Un primer aspecto que nos debe llamar a reflexión es que durante los últimos 10 años (1997-2007) nuestra economía proporcionó nuevos empleos a 896,270 personas, mientras que la población en edad de trabajar creció en 1,649,520 personas, lo cual significa que una gran cantidad de los dominicanos que llegaron a la edad de trabajo no fue ocupada, ya sea porque no quisieron o porque no encontraron plazas de trabajo disponibles.

Más relevante aún es que de los 896,270 nuevos puestos de trabajo que se crearon, tan sólo 2,440 fueron en la agricultura, la ganadería, la minería y la industria manufacturera en su conjunto, es decir, en los sectores productivos generadores de divisas.

En contraste, durante esos 10 años, 201,600 personas adicionales se emplearon en el comercio y 353,600 en los llamados “otros servicios”.

Asimismo, 38,600 encontraron empleo en bancos y compañías de seguros. Pero lo que resulta más llamativo es que más de 51,100 personas adicionales se emplearon en la Administración Pública.

En resumen, durante esta última década, apenas 2,440 nuevos puestos de trabajo se dedicaron a generar divisas, mientras que cerca de 800,000 a consumir esas divisas, lo que resulta alarmante.

Dentro de este sombrío panorama, la única cifra confortante es que unas 95,070 personas encontraron ocupación en el sector turismo, lo que ha contribuido a generar las divisas que tanto necesitamos.

Estas estadísticas nos confirman que nos hemos constituido en una economía consumidora de bienes y servicios importados y que muy pocos dominicanos se han preocupado por producir las divisas que se requieren para poder pagar esas importaciones.

De ahí el creciente déficit externo que padecemos, que si no fuera por los desocupados que emigraron a Norteamérica y Europa y nos envían parte del ingreso de su trabajo, nuestra economía no fuera viable.

Estas cifras también reflejan que aunque la economía dominicana ha tenido altas tasas de crecimiento, este no ha ido acompañado de un correspondiente aumento del empleo, debido a que la relación producto- empleo es muy baja en nuestro país, pues los sectores que han crecido son los que menos empleos proporcionan.

Todo esto nos confirma que tenemos que cambiar el modelo económico que hemos seguido y hacer mayores esfuerzos para impulsar los sectores productivos.

Carlos Despradel es economista

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