Creemos oportunidades con los mismos recursos de los subsidios, para que la población genere riquezas y pueda retribuir los servicios subsidiados recibidos
Por Milton Morrison / El Caribe
Los montos asignados en el presupuesto tanto para la salud como la educación han disminuido en proporción del PIB desde la asignación del año pasado en un 2.05% y 1.4%. Sin embargo el subsidio eléctrico aumentó en un 20 %.
Una penosa realidad es saber que la asignación presupuestaria del 2008 a dicho subsidio es prácticamente igual a la del sector salud.
El subsidio eléctrico es distorsionante. Quienes lo defienden lo plantean como una necesidad en función de la realidad social, cuando realmente es una consecuencia de la deficiencia estructural del mercado eléctrico. Hay que ir reduciendo el subsidio eléctrico de manera paulatina. Es contraproducente que la tendencia del mismo sea al incremento.
En el presupuesto del 2007 se contempló en el presupuesto nacional la suma de RD$17,544.60 millones y en el presupuesto del 2008 se asume el monto de RD$21,000.00 millones. Este incremento refleja la ineficiencia en este sector, replicándose dicha realidad en otras áreas de la administración pública.
Es urgente eficientizar el mercado eléctrico en función de sus costos y cobros. Desde la perspectiva de los costos, esto se logra generando electricidad con combustibles más baratos, y menos dependientes del petróleo y con contratos menos lesivos al Estado dominicano. Y en lo que respecta al cobro, disminuyendo el valor agregado de distribución, despolitizando las distribuidoras estatales y haciéndolas más eficientes.
Obteniendo precios de la electricidad más bajos, entonces podemos atacar de mejor manera el hurto eléctrico poniendo en práctica la ley, a sabiendas de que la electricidad subsidiada se usa de manera productiva, normal y se derrocha; siendo la primera y la tercera opciones, la de menor y mayor aplicación respectivamente.
La meta debe ser la redistribución de parte del subsidio eléctrico hacia áreas sociales y económicas productivas a largo y mediano plazo tales como la salud y la educación.
Al igual que en la incubación de micro y pequeñas empresas, así como en el desarrollo de proyectos empresariales de capital mixto público y privado para la generación de empleos y oportunidades para la población en sentido general.
De igual manera, en el otorgamiento focalizado y bajo asesoramiento de créditos para sectores productivos incipientes.
Aunque sabemos que el problema no está tanto en el monto de las inversiones, sino en el uso de ellas; entendemos necesario que no se continúe inutilizando la sociedad dominicana con subsidios improductivos.
Milton Morrison es ingeniero
martes, enero 08, 2008
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