AMPARO CHANTADA
El mundo occidental celebra el final de un año y la llegada de otro nuevo, cada 31 de diciembre. Los occidentales, inician también el año nuevo con un rosario de promesas que van desde rebajar de peso, pagar las deudas, reconciliarse con su vecina, ser más generosos con los pobres, dejar de pelear con el cónyuge, hasta se pide a Papa Dios, cuando se tiene un poco de formación política, cordura, sensatez, paz en el mundo, reconciliación, no más sangre, y si se toma un trago de más se desean para el Año Nuevo ganar la loto, comprar un Jaguar, pagarse una casa nueva, dejar la querida, ser mejor padre y ser superman en la cama, con o sin La Pela.
Hasta el presidente de Francia, en un número de circo mediático, se pasea con una modela, que debe usar zapatillas para no comerle en la cabeza, por lo del tamaño.
Esa minoría de la Humanidad, bajo tragos y opulenta comida, grita que viva el año nuevo con la seguridad de siempre comer bien y dormir bajo techo. Saben en general de las amenazas climáticas, son conscientes de que su mundo abusó de los recursos, no son tan conscientes de la depredación que realizaron en el Tercer Mundo, pero sí saben exigirles a las otras naciones ser comedidos, no contaminar, y se inventaron un cobro por producir limpio. Se limpian la conciencia y nos dejan las amenazas.
La mayoría de la población, aquí y en el mundo, no sabe con realismo lo que significa cambios climáticos y sus políticos son responsables de esa situación porque entre la ignorancia y la indiferencia, no demuestran interés en informar. Por eso, la mayoría del Planeta ni siquiera puede visualizar lo que será el 2008. Ni tiene seguridad de poder sobrevivir; sus condiciones ambientales se deterioran rápidamente y brutalmente y no pueden contar con una ilusión de desarrollo ya que sus presupuestos se hacen bajo la presión del FMI, del BM, de las deudas acumuladas, del pago de la deuda externa y en éstos las partidas que crean esperanzas, como son las sociales, retroceden años tras años, o no existen.
Cómo adivinar lo que será el 2008, para un dominicano humilde o no, ni siquiera en el presupuesto 2008 se contempla el 1% del presupuesto para prevención y detección de desastres naturales que ordena la ley. Se termina el 2007 con el paso de dos tormentas desastrosas y ni siquiera el político dominicano fue capaz de sacar las elecciones de tales catástrofes, ni de pensar que ya esa partida es obligatoria en nuestra región: eso significa que para el 2008 no tendremos buenas predicciones, ni prevención ni equipos necesarios para salir de los incendios forestales de marzo, de las inundaciones de una tormenta, de las destrucciones de un ciclón, no importa a dónde vivamos, hoy el campo, mañana la ciudad. Se evidenció con las tormentas, la falta de política social en torno a la tierra y a la vivienda para bajos ingresos. El presupuesto 2008 no permite reservar tierras agrícolas para realizar asentamientos agrícolas en lugares seguros, en terrenos del CEA, como no contempla la construcción masiva de soluciones habitacionales de bajo costo para las miles y miles de familias que viven en ranchitos en las zonas inundables de todos nuestros ríos, arroyos y cañadas y que fueron afectadas por tantas calamidades, ¿Cómo poder hacer votos en esas condiciones? Que el 2008 te vea, pueblo dominicano, salir de una cañada y de las Barquitas. ¿Y qué desear a los ricos? Que sean más ricos!
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