De El Nacional, Vespertino Dominicano
Por Radhamés Góemez Pepín
De todo corazón deseo que el afroamericano Barack Obama no sólo gane la nominación por el Partido Demócrata, sino que en noviembre también se lleve la Presidencia de Estados Unidos.
Sería una forma de poner a prueba la democracia que tanto la población como los centros de poder y todos los gobiernos de ese país proclaman como el mejor ejemplo, aunque en no pocas veces y lugares traten de imponerla a cañonazo limpio, como desde hace años en Irak.
Confieso que mis simpatías estaban con Hillary Clinton, la paciente y sufrida esposa del ex presidente Bill Clinton, y dueña de una inteligencia y una habilidad fuera de lo común.
También su victoria iba a representar un reto para las instituciones estadounidenses, por tratarse de la primera mujer en presidir la nación económicamente más poderosa del mundo.
Pero el surgimiento de Obama me hizo cambiar, pues estamos ante una persona con un cúmulo de méritos, muchos de los cuales irán saliendo poco a poco para conocimiento público.
Graduado en las universidades de Columbia y Harvard, Obama es lo que aquí definimos como un "indio claro" ese invento de color producto de una mente dominicana para evadir la calificación de negro.
Es el invento de color que, por ejemplo, no pudo abrogarse el doctor José Francisco Peña Gómez para esquivar la persecución racista de que fue víctima cuando se presentó como candidato presidencial en 1994 y que estuvo encabezada por algunos dominicanos que hoy son presentados como una especie de padres de la patria.
Déjenme decirles que el nombre completo de Obama es Barack Hussein Obama Jr. que coincide con el Hussein que años después fue aliado y protegido de Estados Unidos, aunque luego dispuso fusilarlo tras una caricatura de juicio en la invadida Bagdad.
Pues bien, nuestro hombre nació el 4 de agosto del 61, hijo de Barack Obama Sr. un economista de Kenia graduado nada menos que en Harvard, y de Shirley Ana Dunham. Fue profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Chicago.
Es el único senador negro de Estados Unidos y el cargo lo obtuvo en 2004, por su férrea oposición a la guerra de Irak, en la que han muerto centenares de miles de civiles y militares, pero sobre todo civiles.
Mi temor -y debe ser el de un montón de personas- es que Obama sea víctima de un atentado criminal desde ahora hasta noviembre y, si gana, hasta cuatro años después.
Nació y reside en un país con experiencias en eso de asesinar Presidentes o figuras de relevancia -caso Martin Luther King- y donde parece que se ha puesto de moda que el crimen se entronice en escuelas y colegios, a cargo de los mismos alumnos.
Obama, por eso y mucho más, tiene que comenzar a cuidarse. Por aquí encenderemos velas.
miércoles, enero 09, 2008
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