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Sandra Parra
Bogotá, 5 de enero (DPA).- El hallazgo del pequeño Emmanuel, hijo de la política secuestrada Clara Rojas, en un centro estatal de protección a menores de Bogotá dejó en un pésimo lugar a las FARC y permitió al presidente colombiano Alvaro Uribe anotarse una victoria frente a la organización guerrillera.A las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no les queda otro camino que liberar, como lo prometieron, a Rojas, candidata a la vicepresidencia con la ex candidata Ingrid Betancourt, y a la ex congresista Consuelo González, esa es la lectura que hacen algunos analistas en Colombia.
Para el politólogo Alfredo Rangel, director de la ONG Fundación Seguridad y Democracia, las FARC perdieron credibilidad a nivel nacional e internacional al haber ofrecido la liberación de un rehén que no tenían en su poder.
A juicio de algunos analistas, al cumplir con la liberación de Rojas y González las FARC podrían "limpiar" de alguna manera la mala imagen con la que quedaron.
Demostrar que las FARC no tenían al pequeño Emmanuel, concebido y nacido en cautiverio, también permitió al gobierno de Uribe desprestigiar la imagen de la guerrilla y truncarle su propósito de recobrar protagonismo internacional con el gesto humanitario, que prometió haría en desagravio al presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
La presidenta del Congreso de Colombia, Nancy Patricia Gutiérrez, dijo al respecto que las FARC están en una "difícil situación" y es "muy difícil" que la comunidad internacional les vuelva a creer.
El suspendido operativo de rescate de Rojas, Emmanuel, y González se asemejó para algunos sectores colombianos al frustrado proceso de paz que la guerrilla protagonizó durante la administración del ex presidente Andrés Pastrana (1998-2002), sólo que esta vez las FARC no sólo incumplieron a Colombia, sino a Venezuela y a seis países más que sirvieron como garantes del proceso.
Algunos sectores oficialistas y medios de Colombia consideran que tras haberse resuelto el caso de Emmanuel otro que perdió fue el presidente Chávez, quien tras frustrarse el pasado lunes el operativo de rescate de los tres rehenes, dijo que creía más en las FARC que en el gobierno colombiano.
Empero no se debe desconocer la gestión que el mandatario ha hecho entorno a la búsqueda de un canje de rehenes por rebeldes presos en Colombia. Pese a que Uribe dio por terminada la gestión de Chávez, los dos meses que el jefe de Estado trabajó como facilitador del canje sirvieron para que los rebeldes enviaran pruebas de vida de 16 rehenes, entre ellos la ex candidata Ingrid Betancourt, y tres estadounidenses.
Igualmente, hizo que el grupo guerrillero se comprometiera a liberar en un acto unilateral a los tres secuestrados, hecho que durante los más de cinco años que lleva la administración de Uribe no había sido posible.
El gobierno colombiano, a quien se cuestionó fuertemente por la hipótesis que lanzó esta semana sobre el paradero de Emmanuel, ha manifestado su voluntad de cooperar nuevamente en un operativo humanitario que permita la liberación de Rojas y González.
"Basta que las FARC nos den la información sobre el sitio donde se va a dar la liberación y con el acompañamiento del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) organizaremos esta liberación como lo hemos hecho en muchas otras ocasiones anteriores", expresó hoy el comisionado gubernamental para la paz Luis Carlos Restrepo.
No obstante, Restrepo aclaró que la reactivación de la misión se debe caracterizar por la confianza en el gobierno colombiano, discreción, una permanente comunicación y no exponer el operativo a un show mediático porque ello puede frustrar el proceso.
Así las cosas, no queda sino esperar a que las FARC cumplan con su promesa de liberación como reiteraron que lo harían ayer en su último comunicado emitido, en el que además reconocieron que el Emmanuel está en poder del gobierno.
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