Sometido el Gobierno al estrés de dos tormentas sucesivas, con costosos daños a la infraestructura, viviendas y la agropecuaria, más los altos precios de productos esenciales importados, el reto del candidato del PLD es llenar las demandas sociales vitales
Por Osvaldo Santana / El Caribe
En su carrera por retener el poder a partir del 16 de mayo de este año, probablemente el presidente Leonel Fernández no tendrá que preocuparse demasiado por sus dos principales adversarios, Miguel Vargas Maldonado, el candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y Amable Aristy Castro, el aspirante del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).
El presidente Fernández tiene de frente un enemigo mucho más vigoroso que ambos juntos y que se levanta como su principal amenaza. Son los nubarrones que se ciernen sobre la economía, que se agravan con hechos recientes, asociados a fenómenos naturales que impactaron negativamente la calidad de vida de la gente.
La tormenta Noel, pese a las críticas de la oposición respecto al manejo preventivo de la misma, terminó siendo capitalizada por el Gobierno, toda vez que su acción rápida subsanó momentáneamente los agravios de los afectados. Sin embargo, junto a Olga y su impacto negativo en la economía agropecuaria, continúan incidiendo en la canasta de consumo familiar.
La destrucción de más del 90 por ciento de las plantaciones agropecuarias del bajo Yaque del Sur por la tormenta Noel modificó dramáticamente los precios de los plátanos, efecto que se trasladó a los demás bastimentos y hoy ningún consumidor se sorprende si le piden 15 pesos por una libra de yuca o 20 pesos por una libra de yautía blanca y demás.
Esa situación se agravó con Olga, que destruyó todas las plantaciones bananeras del bajo Yaque del Norte, para completar un cuadro sombrío en el suministro de víveres a precios razonables para la población.
Apenas han sobrevivido plantaciones del Cibao central, otras plantaciones marginales del Sur Central (Baní y Azua) y pequeños cultivos de víveres del nordeste del país, incluida la provincia Monte Plata.
Y en medio del drama de los alimentos agropecuarios se precipita la alarma de la gripe aviar, que influyó sobre el ánimo de los consumidores de pollos, principal fuente cárnica de menos costos en la canasta criolla.
Todo eso ha impactado negativamente el nivel de precios al consumidor, que según el registro acumulado a término de 2007 rondó el 8.8 por ciento.
El dato, negativo para todos, afecta sensiblemente a las personas de renta fija y de manera muy especial a ahorristas que viven de ingresos por certificados que en la banca múltiple no pagan más de 7.5 y 8 por ciento de interés anual, lo que ha llevado a economistas reputados a plantear una necesaria revisión de las tasas de interés para ahorros y certificados.
Paralelamente, hemos visto que el pan, sucedáneo de los víveres, sufrió un significativo aumento autorizado por Industria y Comercio. Asimismo, se registran modificaciones negativas de precios en la leche, aceites, fertilizantes y otros productos importados.
Los precios internacionales de la harina, los lácteos, las soyas y el maíz han experimentados aumentos y todo eso repercutirá en la economía local, lo mismo que el proceso de recesión en Estados Unidos. A todo eso habrá que sumar el factor petróleo y la punzante tasa de desempleo.
Juntos se constituyen en la verdadera amenaza a una reelección del presidente Fernández, que hasta antes de la tormenta Olga seguía puntero en las encuestas. Será frente a ese “conjunto” de enemigos contra a los cuales deberá lidiar...
Oposición y Debate
Los estrategas de campaña de Vargas Maldonado y Aristy Castro están reclamando un debate, que supone un mecanismo clave para mejorar posicionamientos electorales. El primero incluso eludió el bulto de las operaciones comerciales que le ha señalado el Partido de la Liberación Dominicana (PLD,) condicionando toda explicación a que el Presidente se someta a un debate.
“Ese y otros temas estamos dispuestos a discutirlos con el candidato reeleccionista en un debate público frente al país...”. Y el segundo, Aristy Castro, presentó diez temas para el debate: la pobreza, el costo de la vida, el desempleo, la seguridad ciudadana, la criminalidad, la delincuencia, la crisis eléctrica, la educación, la salud, el transporte y el déficit habitacional”.
El presidente Fernández se ha mostrado renuente a la idea de un debate, incluso, para rechazarlo descalificó al contendiente Vargas Maldonado por pertenecer a “ligas menores”. Desde la óptica de los opositores, el debate podría mejorar su puntuación en la aceptación ciudadana y aparentemente el oficialismo se resiste por temor a una pérdida de la puntuación.
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