POR RADHAMÉS GÓMEZ PEPÍN
El licenciado Danilo Medina no estará el domingo 27 en la proclamación del presidente Leonel Fernández como candidato a la Presidencia de la República por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y menos participará en la campaña reeleccionista.
Y no estará en esa campaña aunque las posibilidades desfavorezcan a Leonel para las elecciones del 16 de mayo, porque si lo hace entonces -entre otras cosas- no podría explicar por qué se dilató tanto.
Lo cierto es que Danilo, cuando salió derrotado por Leonel en las primarias, dijo con claridad que lo derrotó el Estado, o sea que su adversario había usado los recursos del Estado para ganarle. En su concepto, fue una victoria sucia.
Entonces todos sabemos que se ha retirado a sus asuntos particulares, y lógicamente entre esos asuntos están los que tienen que ver con la política.
Por ejemplo, se sabe que Danilo no está al margen de todo cuanto ocurre en el Congreso, en donde cuenta con un nutrida representación de seguidores.
Estos han actuado allí con singular habilidad para que nadie pueda acusarlos de entorpecedores sistemáticos de todo cuanto sea de interés al Podere Ejecutivo.
Sabe Danilo cuán débil es la condición de humano frente a las tentaciones y antes de correr un riesgo innecesaio, torea como nadie cada situación y hasta el momento parece que le ha ido muy bien.
Por eso en forma alguna se ha declarado adversario de Leonel, aunque mantiene su oposición al concepto reelección, sea cual fuere el candidato.
Por eso, es de tontos ponerse a esperar que Danilo participe en una campaña reeleccionista, porque ahí mismo comenzaría a cavar su tumba en asuntos de política.
Esto lo saben algunos de los desbocados dirigentes del peledeísmo ue cínicamente se refieren a Danilo como "compañero", cuando en la otra mano tienen una filosa daga.
Si Leonel pierde las elecciones de mayo, Danilo retornaría al PLD con el mayor ímpetu a reclamar la dirección para él y sus aliados, pero sin llegar a los extremos.
Por el cvontrario, si Leonel triunfa, entonces Danilo es posible que se declare en receso al menos por dos años, para entonces embarcarse en la tarea de buscar su nueva nominación presidencial.
Todavía no incluyo a Danilo entre esas personas -políticos, sobre todo- que andan cambiando de parecer cada 24 horas, escudándose en que "rectificar es de sabios".
Nunca en creído en eso -aunque a veces ha sido conveniente una rectificación juiciosa y a tiempo-, porque habitualmente ha sido el pretexto de un montón de sinvergüenzas para estar hoy con Dios y mañana con el Diablo.
¿El futuro de Danilo? En estos momentos creo que ni él mismo podría determinarlo con certeza. Pero será el producto de su conducta. De más nada.
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