jueves, enero 03, 2008

Crear un Estado de derechos y node dádivas, presidente Fernández


Hoy, Matutino Dominicano

JESÚS FERIS IGLESIAS
Una de las funciones más importantes del presidente de una nación, es trabajar para encauzar su país hacia la modernidad y tratar de establecer un verdadero Estado de derechos.

Entendemos por Estado de derechos una nación en que sus ciudadanos y ciudadanas puedan vivir sin la necesidad de solicitar favores ni dádivas para poder lograr los derechos que demanda su propia sociedad, entre las cuales debemos iniciar con poder inscribir a sus niños en la escuela sin necesidad de tener que recurrir a favores para que los acepten porque no hay aulas suficientes.

Que haya maestros disponibles tanto en cantidad como en calidad y estén identificados plenamente con su trabajo por estar satisfechos con sus prestaciones laborales.

Disponer de un Sistema de Salud que contemple un programa permanente de promoción y prevención de la salud, y en caso de enfermedad que la personas puedan recibir servicios médicos a través de un verdadero sistema de seguridad social equitativo a todos los niveles socio-económicos y que reciban todas las atenciones sin necesidad de sacar de sus bolsillos el 75% de los gastos para su recuperación, como está sucediendo hoy día en la República Dominicana.

Fortalecer de una vez y por siempre la Ley 14-91 sobre servicio civil y carrera administrativa, para que los empleados públicos puedan permanecer en sus puestos por su experticia y responsabilidad y tener la libertad de pensar libremente sin preocupación de que “e’pafuera que van” por el simple hecho de ser nombrados en el gobierno anterior o exhibir preferencias partidistas opositoras al gobierno de turno.

Establecer un servicio policial moderno que proteja a los ciudadanos de los asaltos a mano armada, robo de vehículos, robo de prendas y equipos, además de violaciones por doquier, evitando así la inseguridad ciudadana que impera hoy día en nuestros barrios, no importando la categoría social del mismo.

Tener una política de empleos para que los ciudadanos puedan auto valorarse y ganarse el sustento de sus vidas sin la necesidad de esperar dádivas, prebendas ni falsas promesas, además de contribuir a disminuir la delincuencia.

Pensar en la forma de adecuar los salarios al índice de inflación anual para evitar que el alto costo de la vida recaiga en la población, sobretodo en los sectores más desposeídos.

Podríamos enumerar una gran cantidad de necesidades básicas aún insatisfechas, pero la lista podría ser más larga de lo que un artículo periodístico permite.

Por todo lo enunciado anteriormente y todo lo que falta por enunciar, el Presidente Fernández no podrá llevar a nuestro país hacia el Estado de derechos que la nación clama en estos tiempos de globalización y libre comercio, debido a que su visión de país es de miopía severa.

Esto lo decimos porque al observar sus actuaciones, vemos cómo viola permanentemente la Constitución y las leyes, para permitir los favores y dádivas en vez de derechos, cuando todo parecía indicar que eran tiempos superados.

Recorte ex profeso al presupuesto de la Junta Central Electoral, precisamente para el año de las elecciones presidenciales; recorte ex profeso al presupuesto de los Poderes Judicial y Legislativo, para obligarlos a que vayan a solicitarle su comprensión y los complazca en sus peticiones a saber con cuáles objetivos.

Violación a la Ley 166-03 que ordena que a partir del 2005 los ayuntamientos debieran recibir el 10% de los ingresos internos y el Presidente Fernández lo mantiene en 8% para el próximo año.

Viola el artículo 197 de la Ley 66-97 sobre educación, que ordena invertir en Educación el 16% de los gastos públicos total o el 4% del Producto Interno Bruto, dependiendo de cuál de los dos sea el más alto, y además, ajustarlo anualmente de acuerdo a la tasa de inflación anual.

Mientras los países de América Latina tienen como promedio un 6% de inversión en salud, en nuestro país la inversión el pasado año fue de 1.7% del PIB y el presupuesto para el próximo año 2008 fue reducido al 1.5% del PIB.

¿Qué nos espera el próximo año? Estancamiento en la enseñanza de nuestra población, en especial los niños y jóvenes. Paralización en el desarrollo de la Reforma del Sector Salud tan importante para adecuar el sistema obsoleto en un verdadero sistema dominicano de salud. Y ni hablar de adecuación salarial de acuerdo a los índices de inflación, ya que no se contempla absolutamente nada en el proyecto de presupuesto para el 2008.

Y, con esta visión miope de país, sustituyendo derechos por prebendas, creo que no debe tener el coraje de pretender que lo reelijan.

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