Marcos Díaz: un plan a largo plazo

Servicios Google/Por Jeanne Marion-Landais / El Caribe, Matutino Dominicano
.
El valor incontestable del esfuerzo realizado en este fin de semana, es recordarnos que también es autóctono trabajar con un propósito definido durante un buen tiempo y no solo “pasar trabajo” por periodos interminables.

Como si se tratase de la emulación de Martin Luther King, Marcos Díaz dijo que tenía un sueño y se dedicó a perseguirlo con perseverancia, sentido de la ilusión compartida y mucho, mucho trabajo.

En este caso se trataba de realizar una hazaña prodigiosa en nado en la isla de Manhattan, que podía verse como algo tan difícil como algunos de los cambios sociales derivados del esfuerzo del predicador norteamericano.

El lugar es incontestablemente importante en la valoración afectiva de muchas personas en el planeta, no en balde se han escrito innumerables canciones, filmado películas y escrito obras de teatro y novela que hacen referencia a ella, que algunos han llamado, la capital de mundo.

Para los dominicanos también esa otra isla tiene sus encantos, sinónimo prácticamente en algunos grupos de los Estados Unidos y su conjunto, que reúne tal vez más residentes originarios de Republica Dominicana que la mayoría de las urbes en el territorio nacional, superada únicamente por Santo Domingo y Santiago.

Pero aun más específicamente para Marcos Díaz, el nado alrededor de la isla de Manhattan fue la primera competencia de nado de ultra distancia que le causó una fuerte impresión, y, según manifestara en una ocasión, uno de los más fuertes motivadores para asumir el tipo de reto que implica grandes meses de preparación y un esfuerzo final considerable.

Y el objetivo de lo logrado en este fin de semana es, además, un sueño perfeccionado y acariciado con los años puesto que, aunque es la primera vez que intenta darle la vuelta dos veces a la isla, ya en otras ocasiones había tratado de darle la vuelta una sola vez y esos intentos, en lugar de dejarlo como el más victorioso, lo que constituyeron fueron experiencias de aprendizaje sobre el tipo de equipo necesario, el entrenamiento requerido y la propia resistencia de su cuerpo.

En los días anteriores al nado, además de las consabidas reseñas periodísticas, salieron unos cuantos correos electrónicos masivos dando cuenta de la increíble proeza que se avecinaba y de las especiales condiciones que se enfrentarían.

Uno en particular hacia énfasis en lo “dominicano” que es tener que trabajar en condiciones difíciles y con grandes demandas continuas al cuerpo. Es cierto (esto es haitiano, mexicano, chino y sudafricano también, me imagino).

Pero lo que no es muy comúnmente dominicano, o al menos, no es público el llamar la atención sobre el asunto, es el trabajar colectivamente durante muchos meses con una meta en específico como propósito.

El valor incontestable del esfuerzo realizado en este fin de semana, es recordarnos que también es autóctono, trabajar con un propósito definido durante un buen tiempo y no solo el “pasar trabajo” por periodos interminables de tiempo.

Jeanne Marion-Landais es psicóloga