martes, agosto 28, 2007

La columna de Miguel Guerrero

Servicios Google/El Caribe, Matutino Dominicano

Por Miguel Guerrero

La mayor debilidad de la democracia dominicana, lo que la hace infuncional, estriba en la falta de una opinión pública vigorosa, que se deje sentir y tenga eco en las alturas del poder político.

Es cierto que se la ha estado creando al través de las actuaciones y vigilancia de instituciones de la sociedad civil como Participación Ciudadana, FINJUS e incluso de organizaciones como el CONEP y la ANJE.

Pero la distancia por recorrer sigue siendo muy extensa. Los gobiernos no escuchan los reclamos de la sociedad y sólo se sienten comprometidos cuando sienten que el agua les llega al cuello.
Tenemos un ejemplo patético de esa realidad, con el excesivo proselitismo de que somos víctimas con vista a unas elecciones presidenciales distantes todavía a nueve meses y que se inició al día siguiente de haberse cerrado las urnas de los comicios anteriores.

Las campañas no cesan nunca y ello agrava nuestras dificultades económicas, distrae tiempo y recursos públicos de manera exagerada e irresponsable.

La situación se torna más deprimente ante la incapacidad legal, acentuada en una ausencia de voluntad manifiesta, de las autoridades electorales para ponerle coto a las extemporáneas actividades de los partidos, en especial el oficialista, que ha tupido las calles, plazas, carreteras e inmuebles con vallas promocionales de la candidatura del Presidente, incluyendo lugares donde le estaría vedado hacerlo a sus contrarios.
La verdad es que este abuso de la clase política no sólo hastía a la población, sino que la irrita. Enseña una realidad dramática.

Recuerda la manera en que la clase política ha logrado apoderarse de las instituciones y convertirlas en instrumentos de sus ambiciones y propósitos.

Algo que sin duda les garantiza su predominio sobre la vida social, política y económica de la nación y su ilegítimo derecho a hacer del país lo que les viene en ganas.

Miguel Guerrero es escritor y periodista

mguerrero@mgpr.com.do

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