La mayoría de observadores políticos coinciden en que Medina cometió un error
Por Osvaldo Santana / El Caribe
El licenciado Danilo Medina no tiene otra alternativa razonable que no sea incorporarse a la campaña de su Partido de la Liberación Dominicana (PLD) para retener el poder, al margen de que la candidatura la ostente el reeleccionista Leonel Fernández.
Un proceder diferente sólo tendría sentido si Medina decide retirarse de la actividad política, y esa no parece ser su vocación, por más empeñado que esté en su propósito de impulsar un Banco de los Pobres que estaría gestando junto a una de sus colaboradoras más fieles cancelada del programa de la micro y pequeña empresa del Gobierno, en medio de la lucha por la candidatura presidencial del PLD.
Pero, ¿por qué tiene Medina, necesariamente que apoyar a Fernández, que es lo mismo que incorporarse a la campaña reeleccionista?
Porque tal proceder se proyecta como la mejor inversión que pudiera hacer en política, pese a la dolorosa decepción que sufrió precisamente como consecuencia de sus aspiraciones presidenciales.
La generalidad de los observadores políticos coinciden en que Medina cometió un grave error en apostarlo todo contra la reelección y pretender elevar el antirreeleccionismo a doctrina partidaria, como si fuese parte de la esencia misma del peledeísmo, su ideología.
Tal comportamiento lo condujo a una confrontación sin retorno que sólo se detuvo en las votaciones del 6 de mayo, pero que no podía continuar más allá, porque podría devenir en una enemistad personal que no se concibe en política, y menos entre gente de un mismo litoral.
Ahora, cuando el suspenso ha devenido en el recurso esencial de Danilo, encerrado en los límites de la más singular privacidad, mantiene al PLD en vilo, con graves implicaciones, las cuales pudieran afectarlo a él mismo.
La inhibición. Poseedor de una aprobación peledeísta que ronda el 30% (28.31%), con no menos de 160 mil favorecedores, se expone a pérdidas si no procede con sentido de oportunidad y prudencia y lleva más allá de lo razonable sus quejas y resentimientos provocados por la derrota.
Se presume que la opción del retiro no entra en los análisis que pudiera estar construyendo Danilo. La inhibición o la inercia en la campaña provocaría efectos similares al retiro mismo. Si se inhibe se condena desde ya para las elecciones del 2012.
Las razones son obvias: si el PLD pierde el poder, podría cargar con la responsabilidad por su inacción, o al menos así lo presentarían sus potenciales competidores. Si Fernández gana pese a su inhibición, se agregaría una nueva derrota y quedaría marginado, que es lo más parecido a un retiro forzado.
Para una participación exitosa en una campaña nacional en el 2012, necesitaría la mayoría del partido, que está hoy representada en el hombre que obtuvo el mayor porcentaje de votación en el congreso elector del 6 de mayo (71.69%).
Pero todo indica que Medina seguirá interactuando en el PLD. Las pujas por el control de las vocerías en el Congreso así lo confirman, lo mismo que las reticencias de sus parciales a integrarse a los equipos de campaña. En muchos casos reclaman resarcimientos o compensaciones por las pérdidas de la campaña.
Consecuencias. Los hechos y las circunstancias políticas ya empiezan a presionar a Danilo Medina. Su entorno mismo podría estarle sugiriendo que el período de la espera ya pasó. Prolongarlo podría hacer más daño que bien
Leonel necesita a Danilo
El presidente Fernández necesita a Danilo Medina, que cuenta con el respaldo de la tercera parte del PLD, una alta cuota de la representación congresual, autoridades municipales y un discurso que en alguna medida el candidato morado deberá recoger como parte de su plataforma para el 2008: la lucha contra la pobreza, la preocupación por la micro y la pequeña empresa, en fin, la equidad social, sin la cual no puede haber progreso real.
En su propósito de reagrupar todas las fuerzas peledeístas o al menos, cohabitar con su contendor, el Presidente ha obrado con cautela, ha postergado su proclamación para el 18 de noviembre y dos notables dirigentes del PLD, como el secretario general, Reinaldo Pared Pérez, y Temístocles Montás, se han declarado en comisión Ad hoc de contacto. Esperan que Medina levante la mano al ya candidato Fernández.
lunes, agosto 13, 2007
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