La columna de Miguel Guerrero

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Por Miguel Guerrero / El Caribe
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La publicación de un suplemento con motivo del aniversario de la gesta restauradora de la República por el Gobierno, en el que la foto maquillada del presidente Leonel Fernández aparece en cada página en tamaño gigante, es una falta de respeto a la memoria de los héroes de Capotillo y una desconsideración al país.

Es un descarado uso de los recursos públicos en campaña promocional de la figura de un Presidente y candidato. La nación merece que se le pida disculpa y el jefe del Estado, si es el civilista que se le cree, está en el deber moral de sancionar públicamente a los autores de ese libelo histórico.

Uno de los legados más preciados de nuestra historia ha sido mancillado con este panfleto publicitario, en el que se pretende colocar la figura del señor Fernández con la de aquellos prohombres que hicieron posible el rescate de nuestra soberanía y el buen nombre de la República, 144 años atrás.

Muchos jóvenes dominicanos podrían creer que el actual Presidente es uno de esos héroes. Se trata pues de un descomunal y censurable intento de alteración de nuestras realidades históricas.

De la primera a la última de sus 16 páginas, ese mamotreto de suplemento es un vulgar uso de una fecha y símbolos patrióticos en campaña política, pagada con fondos públicos.

¿Por qué no protesta la Academia de la Historia o alguno de sus miembros? ¿Por qué la Junta Central Electoral no le pone coto a estos desmanes que atentan contra su deber elemental de garantizarle al país una campaña electoral en igualdad de condiciones para todas las partes?

¿Dónde está la oposición? ¿Por qué los diarios no publican editoriales pidiendo respeto por nuestra memoria histórica?

El culto a la figura del presidente Fernández, que él evidentemente consiente y promueve, es una peligrosa señal a la que no se le está prestando la atención debida. ¿Por qué permitimos todo esto? ¿A qué le tenemos miedo?

Miguel Guerrero es escritor y periodista
mguerrero@mgpr.com.do