De El Caribe, Matutino DominicanoPeligro. La censura es otra de las amenazas a las que se exponen los medios de comunicación periodísticos.
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Mil trabajadores de medios de comunicación han muerto en el mundo por cumplir con su labor en los últimos diez años. Esto significa cerca de dos muertes por semana, según un informe presentado por un organismo internacional.
Solo uno de cada cuatro periodistas murió en la guerra y otros en conflictos armados. Al menos 657 hombres y mujeres fueron por cubrir historias en sus propios países. En dos tercios de los casos, los asesinos no fueron identificados.
Los datos constan en la investigación mundial sobre las muertes de periodistas y de otros profesionales de los medios realizada por el Instituto Internacional para la Seguridad de la Prensa (Insi) y cubre el periodo enero de 1996 a Junio del 2006.
El Insi es una coalición de medios de comunicación, organizaciones de libertad de prensa, realizadores de campañas de uniones y derechos humanos, enfocados en la seguridad de los periodistas y trabajadores de medios.
"En muchos países, el asesinato es la forma más fácil, económica y efectiva de silenciar el cubrimiento y por este motivo, más asesinos se salen con la suya y las muertes van en aumento”, dijo Rodney Pinder, director del INSI.
Agrega que "la mayoría de los colegas muertos fueron asesinados debido a su labor, eliminados por autoridades hostiles o criminales, mientras intentaban dar luz a los rincones más oscuros de las sociedades”.
El director de la investigación, que es a su vez director de Noticias Internacionales de la BBC, Richard Sambrook, dijo: “Las cifras demuestran que matar a un periodista no implica ningún riesgo. Nueve de cada diez asesinos de la década pasada nunca han sido llevados ante la justicia. Esto motiva que continúe la tendencia. Este es el hallazgo más alarmante de la investigación”.
La constante impunidad para los asesinos de los periodistas, que ponen sus vidas en peligro para mantener a la sociedad informada –continúa diciendo Sambrook- es una vergüenza, no solo para los gobiernos que son responsables de omisión, sino también para las democracias que guardan silencio.
Recomendaciones. Las recomendaciones del informe hacen un llamado a las Naciones Unidas, a las instituciones internacionales de desarrollo (Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional), gobiernos nacionales, fuerzas militares y de seguridad, medios de comunicación y periodistas a respaldar las medidas que mejoran la seguridad y bienestar de los periodistas.
“Solicitamos a los gobiernos responder a sus responsabilidades constatadas en la Resolución 1738 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que condena los ataques contra periodistas y demás profesionales de los medios de comunicación” y “garantizar el fin de la impunidad para aquellos que causan daño a los periodistas, juzgando a los responsables de estas graves violaciones”.
El informe completo está disponible en la página del Insi: www.newssafety.com.
Solo uno de cada cuatro periodistas murió en la guerra y otros en conflictos armados. Al menos 657 hombres y mujeres fueron por cubrir historias en sus propios países. En dos tercios de los casos, los asesinos no fueron identificados.
Los datos constan en la investigación mundial sobre las muertes de periodistas y de otros profesionales de los medios realizada por el Instituto Internacional para la Seguridad de la Prensa (Insi) y cubre el periodo enero de 1996 a Junio del 2006.
El Insi es una coalición de medios de comunicación, organizaciones de libertad de prensa, realizadores de campañas de uniones y derechos humanos, enfocados en la seguridad de los periodistas y trabajadores de medios.
"En muchos países, el asesinato es la forma más fácil, económica y efectiva de silenciar el cubrimiento y por este motivo, más asesinos se salen con la suya y las muertes van en aumento”, dijo Rodney Pinder, director del INSI.
Agrega que "la mayoría de los colegas muertos fueron asesinados debido a su labor, eliminados por autoridades hostiles o criminales, mientras intentaban dar luz a los rincones más oscuros de las sociedades”.
El director de la investigación, que es a su vez director de Noticias Internacionales de la BBC, Richard Sambrook, dijo: “Las cifras demuestran que matar a un periodista no implica ningún riesgo. Nueve de cada diez asesinos de la década pasada nunca han sido llevados ante la justicia. Esto motiva que continúe la tendencia. Este es el hallazgo más alarmante de la investigación”.
La constante impunidad para los asesinos de los periodistas, que ponen sus vidas en peligro para mantener a la sociedad informada –continúa diciendo Sambrook- es una vergüenza, no solo para los gobiernos que son responsables de omisión, sino también para las democracias que guardan silencio.
Recomendaciones. Las recomendaciones del informe hacen un llamado a las Naciones Unidas, a las instituciones internacionales de desarrollo (Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional), gobiernos nacionales, fuerzas militares y de seguridad, medios de comunicación y periodistas a respaldar las medidas que mejoran la seguridad y bienestar de los periodistas.
“Solicitamos a los gobiernos responder a sus responsabilidades constatadas en la Resolución 1738 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que condena los ataques contra periodistas y demás profesionales de los medios de comunicación” y “garantizar el fin de la impunidad para aquellos que causan daño a los periodistas, juzgando a los responsables de estas graves violaciones”.
El informe completo está disponible en la página del Insi: www.newssafety.com.
INSI recomienda a periodistas
¿qué hacer?
Ayudarse siendo leales a la calidad y al cubrimiento independiente
Respaldarse mutuamente en ambientes hostiles y dejar a un lado afanes competitivos, cuando hay vidas que corren peligro.
Exigir capacitación antes de ir a cubrir un conflicto o desastre.
Grabar y fotografiar los ataques físicos contra los colegas, difundir y colaborar con evidencia en las investigaciones.
A los reporteros de guerra, que comprendan que el diálogo entre medios y militares es de doble vía. Se han perdido vidas por periodistas que
asumen un rol de militar, o por militares que no cumplen con su responsabilidad de garantizar el bienestar de los colegas.
Ayudarse siendo leales a la calidad y al cubrimiento independiente
Respaldarse mutuamente en ambientes hostiles y dejar a un lado afanes competitivos, cuando hay vidas que corren peligro.
Exigir capacitación antes de ir a cubrir un conflicto o desastre.
Grabar y fotografiar los ataques físicos contra los colegas, difundir y colaborar con evidencia en las investigaciones.
A los reporteros de guerra, que comprendan que el diálogo entre medios y militares es de doble vía. Se han perdido vidas por periodistas que
asumen un rol de militar, o por militares que no cumplen con su responsabilidad de garantizar el bienestar de los colegas.
Sin registros oficiales
No existe una autoridad central que registre las muertes de los trabajadores de los medios de comunicación. Lo métodos de registro de las principales organizaciones que respaldan a los periodistas y monitorean habitualmente las víctimas, varían, incluyendo al INSI, la Federación Internacional de Periodistas (FIP), el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) la Asociación Mundial de Periódicos, y Reporteros Sin Fronteras, RSF.
El informe del organismo internacional destaca los detalles de incidentes fatales de la última década que no han sido esclarecidos.
En el caso particular de la guerra, los registros de los casos a menudo son inconsistentes e imprecisos, debido a la ausencia de una investigación adecuada, en algunos casos, y en otras ocasiones los hechos no fueron registrados en su totalidad, porque la muerte es dejada de lado en la
neblina de la guerra, señala el informe de INSI.
El informe del organismo internacional destaca los detalles de incidentes fatales de la última década que no han sido esclarecidos.
En el caso particular de la guerra, los registros de los casos a menudo son inconsistentes e imprecisos, debido a la ausencia de una investigación adecuada, en algunos casos, y en otras ocasiones los hechos no fueron registrados en su totalidad, porque la muerte es dejada de lado en la
neblina de la guerra, señala el informe de INSI.
Datos y cifras de interés
Crueldad. Más de la mitad de los muertos fueron acribillados. Bombas, puñaladas, golpizas, tortura, estrangulación y decapitación también fueron utilizados.
Expuestos. El 91% de los que murieron eran trabajadores de planta, un ell 9% freelance, y un tercio murió cerca de su hogar, oficina u hotel.
Países. Los 21 países más peligrosos para el ejercicio del periodismo, de acuerdo con el estudio realizado por INSI: Irak (138), Rusia (88), Colombia (72), Filipinas(55), Irán (54), India (45), Argelia (32), Antigua República de Yugoslavia (32), México (31), Pakistán (29), Brasil (27), USA (21), Bangladesh (19), Ucrania (17), Nigeria, Perú, Sierra Leone & Sri Lanka (16), Afganistán, Indonesia y Tailandia (13).
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Expuestos. El 91% de los que murieron eran trabajadores de planta, un ell 9% freelance, y un tercio murió cerca de su hogar, oficina u hotel.
Países. Los 21 países más peligrosos para el ejercicio del periodismo, de acuerdo con el estudio realizado por INSI: Irak (138), Rusia (88), Colombia (72), Filipinas(55), Irán (54), India (45), Argelia (32), Antigua República de Yugoslavia (32), México (31), Pakistán (29), Brasil (27), USA (21), Bangladesh (19), Ucrania (17), Nigeria, Perú, Sierra Leone & Sri Lanka (16), Afganistán, Indonesia y Tailandia (13).
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