De El Caribe, Matutino Dominicano
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Se está orquestando una campaña de orientación pública para acusar y desacreditar al país por supuesto maltrato de inmigrantes haitianos. Se busca ignorar la Constitución de haití y conseguir la abolición de nuestra soberanía
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El título de este artículo puede lucir exagerado o alarmista. Pero se trata de explicar cuál es el estado de situación de las relaciones domínico-haitianas en su entorno internacional.
Por ejemplo, hace unos días se celebró en el John Jay University College for Criminal Justice, en New York, un seminario que más que ilustrar y hacer justicia a nuestro país con un análisis científico propio del quehacer universitario, lo que se hizo fue negar la palabra a dos asistentes dominicanos que no eran parte de la “clique” organizadora del evento. Uno profesor universitario, autor de fuste y pensamiento independiente.
El otro, funcionario del gobierno y conocedor experto y directo de la cuestión haitiana. Allí se condenó al régimen “esclavista, xenófo y discriminatorio” impuesto supuestamente por el gobierno dominicano en contra de los inmigrantes haitianos, residentes en el país.
Ese evento ocurrió no mucho tiempo después de que la Fundación Robert F. Kennedy premiara a Sonia Pierre por su lucha y denuncia permanente del supuesto maltrato, denegación de derechos y abusos que sufren los haitianos en Santo Domingo.
El canciller protestó, pero su acción no fue eficaz ni suficiente para recoger la leche derramada.
En febrero 2007 “The Committee to Stop Dominican Racism New York, N.Y”. distribuyó un panfleto que si se quitan los nombres del país dudamos que el lector identifique la situación denunciada como correspondiente a la República Dominicana. Es una fábula negra irresponsable, falsa y agresiva hasta lo inconcebible.
La semana pasada Amnesty International presentó un informe acerca de la “esclavitud” en que vive sometida la población haitiana residente en el país.
Ahora estamos en la culminación de esta etapa de la más vil y abarcadora campaña de descrédito contra la República y su gobierno.
En mayo se planea celebrar “un espectáculo” patrocinado por Amnesty y la Alcaldía de la ciudad de París y el cual se llama “Esclavos en el paraíso: Esclavitud contemporánea en la República Dominicana”. Allá se condenará en una suerte de juicio público a nuestro país.
Se habla de “apartheid” en República Dominicana, peor que el de la República de Sudáfrica antes de la liberación y triunfo del líder Mandela y de seguro que se presentará al presidente Fernández como tratante de esclavos al estilo del siglo XVI, y quien sabe talvez se pretenda si esto sigue, conseguir un voto de censura y condena en las Naciones Unidas.
Frank Marino Hernández es sociólogo
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Por ejemplo, hace unos días se celebró en el John Jay University College for Criminal Justice, en New York, un seminario que más que ilustrar y hacer justicia a nuestro país con un análisis científico propio del quehacer universitario, lo que se hizo fue negar la palabra a dos asistentes dominicanos que no eran parte de la “clique” organizadora del evento. Uno profesor universitario, autor de fuste y pensamiento independiente.
El otro, funcionario del gobierno y conocedor experto y directo de la cuestión haitiana. Allí se condenó al régimen “esclavista, xenófo y discriminatorio” impuesto supuestamente por el gobierno dominicano en contra de los inmigrantes haitianos, residentes en el país.
Ese evento ocurrió no mucho tiempo después de que la Fundación Robert F. Kennedy premiara a Sonia Pierre por su lucha y denuncia permanente del supuesto maltrato, denegación de derechos y abusos que sufren los haitianos en Santo Domingo.
El canciller protestó, pero su acción no fue eficaz ni suficiente para recoger la leche derramada.
En febrero 2007 “The Committee to Stop Dominican Racism New York, N.Y”. distribuyó un panfleto que si se quitan los nombres del país dudamos que el lector identifique la situación denunciada como correspondiente a la República Dominicana. Es una fábula negra irresponsable, falsa y agresiva hasta lo inconcebible.
La semana pasada Amnesty International presentó un informe acerca de la “esclavitud” en que vive sometida la población haitiana residente en el país.
Ahora estamos en la culminación de esta etapa de la más vil y abarcadora campaña de descrédito contra la República y su gobierno.
En mayo se planea celebrar “un espectáculo” patrocinado por Amnesty y la Alcaldía de la ciudad de París y el cual se llama “Esclavos en el paraíso: Esclavitud contemporánea en la República Dominicana”. Allá se condenará en una suerte de juicio público a nuestro país.
Se habla de “apartheid” en República Dominicana, peor que el de la República de Sudáfrica antes de la liberación y triunfo del líder Mandela y de seguro que se presentará al presidente Fernández como tratante de esclavos al estilo del siglo XVI, y quien sabe talvez se pretenda si esto sigue, conseguir un voto de censura y condena en las Naciones Unidas.
Frank Marino Hernández es sociólogo
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