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Esta es la situación, que a juicio del escritor y periodista Humberto Musacchio, en la que se encuentra el periodismo actual.
Si bien las nuevas tecnologías han aportado beneficios importantes que ayudan a los reporteros en materia de investigación y de corrección en los textos que producen, tal parece que estas maravillas no están siendo aprovechadas a su máxima capacidad pues en el periodismo actual existen muchos más errores que en las épocas donde no existían ni las computadoras ni el famoso Word.
Esta es la situación, que a juicio del escritor y periodista Humberto Musacchio, en la que se encuentra el periodismo actual.
Graves errores de sintaxis, de congruencia entre los párrafos dentro de un texto y faltas en la ortografía son los puntos negros dentro de las páginas de los periódicos hoy en día.
Después de presentar su libro Alfonso Reyes y el periodismo (Colección Periodismo Cultural del Conaculta), Musacchio explicó que en gran medida estos problemas surgen debido a que la profesión de corrector de textos esta desapareciendo paulatinamente dentro las empresas periodísticas.
“El periodismo en genera no pasa por uno de sus mejores momentos en lo que se refiere a los acabados, a la expresión, la corrección, la precisión y la razón fundamental está en el cambio tecnológico, hoy con las computadoras a veces solo el redactor sabe lo que va a publicar y durante muchos años en los periódicos la nota pasaba por mucha gente antes de salir publicada”, expresó Musacchio después de su presentación en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL.
Durante mucho tiempo, una nota o un reportaje tenían que pasar por al menos cuatro o cinco personas encargadas de revisar la ortografía, la sintaxis, la congruencia de los textos en fin, existían diversos filtros ara que el texto legara los más puro posible a los lectores.
En opinión del escritor, quien a sido jefe de las secciones culturales en diarios como La Jornada, El Universal y el Unomásuno, con la llegada del Internet muchas de las veces los redactores en jefe solo descargan las notas en el periódico, ya sean de sus reporteros o de los propios boletines, y no tienen la oportunidad de revisar su redacción, lo que ha ocasionado que se multipliquen los errores en esta materia.
Durante la presentación del libro Alfonso Reyes y el periodismo, Musacchio se refirió a la invaluable labor realizada por el Regiomontano Universal en esta materia, pues consideró que su visión de redacción estuvo adelantada a su época.
“No se puede entender al periodismo cultural actual en México sin la presencia de Alfonso Reyes”, mencionó.
La precisión y la gracia con la que Reyes escribía serían aquellos valores que deberían ser retomadas por los nuevos escritores, aunque para Humberto Musacchio estos valores son difíciles de alcanzar, s deberían ser la meta a llegar para todos los reporteros y periodistas.
La lectura, la herramienta fundamental del periodista “La lectura no es precisamente la mayor de las aficiones de los jóvenes”.
Esta sería una de las principales causas de los errores ortográficos que, si bien es un problema en los periódicos impresos, también sale a relucir en los trabajos escolares, ensayos y demás trabajos escritos.
En opinión del escritor, la lectura debería ser hábito fundamental del nuevo reportero pues es gracias a la lectura que se tiene un mayor conocimiento de la forma correcta en la que escriben y se utilizan las palabras.
Aparte de la lectura, el diccionario y la enciclopedia deberán aparecer como las armas básicas del escritor.
“En genera y creo que el sistema educativo en México está en crisis y que la lectura no es precisamente la mayor de las aficiones de los jóvenes.
Me parece que hay que insistir mucho en ese unto porque un periodista que no lee está condenado a la mediocridad”, explicó Humberto Musacchio.
Aunque especificó que todas las lecturas son buenas y necesarias para el reportero, si consideró que la poesía ofrece nuevas oportunidades que facilitan la habilidad del desenvolvimiento literario y es más contundente en sus ideas.
“El periodista que lee poesía escribe mejor, se expresa con una mayor precisión, quien lee novelas amplían su visión, el que aborda textos informativos tiene una mayor capacidad de análisis, estas son las formas en las que le lectura enriquece”, sostuvo el escritor y periodista.
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