Osvaldo Santana
De El Caribe, Matutino Dominicano
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Con la proclamación de la precandidatura presidencial de Leonel Fernández ayer domingo, en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se enfrentan abiertamente dos tipos de liderazgo, uno construido a través del discurso mediático con los pobladores, y otro fundado en el control partidario y el trabajo directo con la militancia partidaria.
De un lado Fernández, líder del partido morado, y del otro Danilo Medina, el hombre que hasta hace poco era el control y administrador de facto del PLD como maquinaria de búsqueda del poder, que decidió jugar su propia carta y pasar de gerente orgánico a gestor y guía de la causa morada.
Muy temprano, en agosto pasado, el vínculo convencional se rompe. Medina renuncia de sus funciones en la Secretaría de la Presidencia para dedicarse a trabajar por su propia nominación presidencial, y empieza, frente al Presidente Fernández, a construir su propio liderazgo. Ya lo había intentado en el 2000. Entonces Fernández no podía optar por la reelección y el escenario fue diferente. Encabezó la boleta electoral del PLD con resultados negativos, y cuatro años después se sumó al proyecto Fernández.
Ahora, cuando en primera instancia se entendía que el PLD ganaba con cualquiera, Medina se lanza, evidentemente sin consultar a Fernández, quien finalmente ha expresado su firme decisión de lucha por la nominación presidencial.
En el partido morado se escenifica un combate singular, con dos protagonistas únicos, hermanos, que conformaron una tríada partidaria junto a Temístocles Montás, que configuró un proyecto de gobierno con la divisa en el progreso, pero que hoy entra en una etapa de redefinición.
La circunstancia envuelve dos formas de liderazgo. Tocará a la militancia morada bajo empadronamiento decidir, pero al mismo tiempo, están a prueba dos estilos, dos discursos y concepciones del poder y del ejercicio de la política. La dinámica social, si sobrevive a cualquier forma de manipulación, dejará enseñanzas y construcciones teóricas sobre el ejercicio político de ayer y hoy.
Liderazgos. Están enfrentados el liderazgo de Fernández y el liderazgo de Medina. Pero ¿qué es el liderazgo? “El líder es la persona que recibe y envía el máximo de comunicaciones tanto en el plano funcional como en el plano emocional al conjunto de los demás miembros del grupo. Sus relaciones son cualitativamente superiores a las que dichos miembros mantienen entre sí”.
El líder, de acuerdo con “La Comunicación y los Mass Media”, se halla colocado en el centro de una configuración de estrella, puesto que los canales de relación que lo vinculan con cada uno de los miembros son más intensos que los que vinculan “entre sí” a los miembros del grupo. El líder es la persona más “visible” del grupo. Es, para los demás miembros, el centro necesario de orientación y confluencia de las comunicaciones”.
El peledeísmo tendrá oportunidad de percibir dónde se encuentra el verdadero liderazgo, y cuál de los hombres enfrentados encarna las cualidades y especialmente la “virtud” para conducirlos hacia sus propósitos y especialmente en la búsqueda del poder para alcanzar los paradigmas de las sociedades modernas: justicia, equidad, desarrollo y mejoría para todos.
De un lado Fernández, líder del partido morado, y del otro Danilo Medina, el hombre que hasta hace poco era el control y administrador de facto del PLD como maquinaria de búsqueda del poder, que decidió jugar su propia carta y pasar de gerente orgánico a gestor y guía de la causa morada.
Muy temprano, en agosto pasado, el vínculo convencional se rompe. Medina renuncia de sus funciones en la Secretaría de la Presidencia para dedicarse a trabajar por su propia nominación presidencial, y empieza, frente al Presidente Fernández, a construir su propio liderazgo. Ya lo había intentado en el 2000. Entonces Fernández no podía optar por la reelección y el escenario fue diferente. Encabezó la boleta electoral del PLD con resultados negativos, y cuatro años después se sumó al proyecto Fernández.
Ahora, cuando en primera instancia se entendía que el PLD ganaba con cualquiera, Medina se lanza, evidentemente sin consultar a Fernández, quien finalmente ha expresado su firme decisión de lucha por la nominación presidencial.
En el partido morado se escenifica un combate singular, con dos protagonistas únicos, hermanos, que conformaron una tríada partidaria junto a Temístocles Montás, que configuró un proyecto de gobierno con la divisa en el progreso, pero que hoy entra en una etapa de redefinición.
La circunstancia envuelve dos formas de liderazgo. Tocará a la militancia morada bajo empadronamiento decidir, pero al mismo tiempo, están a prueba dos estilos, dos discursos y concepciones del poder y del ejercicio de la política. La dinámica social, si sobrevive a cualquier forma de manipulación, dejará enseñanzas y construcciones teóricas sobre el ejercicio político de ayer y hoy.
Liderazgos. Están enfrentados el liderazgo de Fernández y el liderazgo de Medina. Pero ¿qué es el liderazgo? “El líder es la persona que recibe y envía el máximo de comunicaciones tanto en el plano funcional como en el plano emocional al conjunto de los demás miembros del grupo. Sus relaciones son cualitativamente superiores a las que dichos miembros mantienen entre sí”.
El líder, de acuerdo con “La Comunicación y los Mass Media”, se halla colocado en el centro de una configuración de estrella, puesto que los canales de relación que lo vinculan con cada uno de los miembros son más intensos que los que vinculan “entre sí” a los miembros del grupo. El líder es la persona más “visible” del grupo. Es, para los demás miembros, el centro necesario de orientación y confluencia de las comunicaciones”.
El peledeísmo tendrá oportunidad de percibir dónde se encuentra el verdadero liderazgo, y cuál de los hombres enfrentados encarna las cualidades y especialmente la “virtud” para conducirlos hacia sus propósitos y especialmente en la búsqueda del poder para alcanzar los paradigmas de las sociedades modernas: justicia, equidad, desarrollo y mejoría para todos.
Tipos de líderes
De acuerdo con “La Comunicación y los Mass Media”, en general se distinguen dos tipos de líder: el líder autocrático, que recibe gran número de mensajes funcionales y emocionales de todos los miembros del grupo situados en derredor suyo, los integra y manipula y sólo les devuelve mensajes funcionales (institución, programa, orden, etc.): él mismo toma en su totalidad las decisiones, determinando en cualquier caso el devenir del grupo entero. Los líderes democráticos son aquellos en los que se da simetría entre los mensajes recibidos y los mensajes enviados, en el plano tanto funcional como emocional. En otros términos, los líderes democráticos reflejan el alma del grupo y sus aspiraciones, constituyen la suma de las voluntades parciales de los miembros, y las transforman en una voluntad global más claramente expresada hacia el exterior que por cada uno de los miembros tomado individualmente: los líderes democráticos son portavoces del grupo...”
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