lunes, septiembre 17, 2007

Partidos en guerra verbal

El PRD y el PLD, entre descalificaciones e insultos
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Un Análisis
Por Oscar Quezada / El Caribe

Mayo del 2008 se acerca y todo parece indicar que la disputa sostenida entre el opositor PRD y el gobernante PLD nada tendrá que envidiarle a procesos comiciales anteriormente marcados por recios pronunciamientos, ofensas y descalificaciones desmedidas.

Este proceso electoral mantiene al gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) empeñado en proyectar eficiencia con miras a obtener un segundo mandato consecutivo, esta vez de la mano de un presidente-candidato, y a un Partido Revolucionario Dominicano (PRD) concentrado en su afán de desmeritarlo como opción para continuar en el poder.

Este choque protagónico entre el PRD y el PLD se remonta desde los comicios del 1996, en el que el entonces líder perredeísta José Franciso Peña Gómez se enfrentó al peledeísta Leonel Fernández, que logró imponerse en una segunda vuelta de votación por estrecho margen.

En el 2000, a pesar de la ventaja del candidato blanco Hipólito Mejía sobre el morado Danilo Medina, la batalla electoral fue intensa.

En las pasadas elecciones, las cosas entre los candidatos Hipólito Mejía y Leonel Fernández no fueron muy diferentes a las dos campañas presidenciales anteriores.

Ahora, el candidado Miguel Vargas Maldonado enfrenta al PLD y le echa en cara su supuesta incapacidad para gobernar.

El cañón perredeísta apunta en todas direcciones, pero su blanco de ataque es el presidente Fernández, a quien acusan de usar y abusar de cuantiosos recursos estatales para invertirlos en su proyecto reeleccionista; de disponer y mantener sueldos escandalosos a prominentes funcionarios de su gobierno; de salir de su organización política para adentrarse en el PRD y sonsacar a importantes dirigentes de este partido.Defensiva morada.

El PLD defiende su frente y responde con gente adiestrada en pleitos públicos. Sus señalamientos son igualmente enérgicos y a veces alejados de la mesura que exhibió el líder fundador de esa organización, Juan Bosch.

Calificativos como “payasos”, “frescos”, “metiches” e insinuaciones de aspectos que aluden a la vida privada de sus oponentes, constituyen una práctica común y recurrente entre peledeístas que no pierden oportunidad para venderse como aventajadas creaciones del profesor Bosch.

La lucha verbal de estas fuerzas políticas es acentuada y sus representantes declinan por expresiones que distan del comedimiento político.

Candidatos no, dirigentes sí

Quizás para no afectar su imagen electoral, el PRD y el PLD mantienen alejados a sus candidatos de estos crudos enfrentamientos. Leonel Fernández y Miguel Vargas Maldonado aún no usan lenguaje ofensivo entre ellos.

El Partido Reformista: arropado por la bipolaridad

Cuando el coordinador del Diálogo Nacional, monseñor Agripino Núñez Collado, dijo la semana pasada que hay personas preocupadas porque en que la campaña actual apunta a ser muy agresiva, a pocos se les ocurrió ubicar en esta tesitura al Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).

Y las razones sobran para no situar al partido rojo como fuerza política metida en debate al fragor de una campaña que se intensifica con el correr de los días.

Algunos analistas no ven nada novedoso en esta coyuntura y aseguran que esto es sólo parte del derrotero experimentado por esa organización, desde que Joaquín Balaguer, líder de ese partido, falleciera y dejara a un reformismo apostando a su autodestrucción y al antagonismo de sus principales dirigentes.Otras reflexiones vislumbran un futuro incierto para el partido que llegó a gobernar el país durante 22 años casi ininterrumpidos.

Esta última apreciación se fundamenta en que desde el 1994, año que marcó el inicio de una segunda vuelta electoral, a los reformistas se les ve sólo como una base de apoyo importante para otras fuerzas políticas salir victoriosas en cada proceso electoral. El Frente Patriótico y la Alianza Rosada son sólo algunos ejemplos.

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