miércoles, septiembre 05, 2007

Veterano Periodista Gómez Pepín narra sus vivencias

De El Caribe, Matutino Dominicano
Por Oscar Quezada / El Caribe

Gloria del periodismo dominicano, Gómez Pepín estuvo acompañado de su hijo Radhamés Gómez Sánchez, tambien periodista.


Cuando narra sus experiencias de sus años de reporteros, Radhamés Gómez Pepín sonríe y luce pensativo. Sus relatos son pausados, pero sobrecargados de vivencias desarrolladas en el terreno laboral donde aun se encuentra activo, solo que ahora con un cargo gerencial del único periódico vespertino que existe actualmente en República Dominicana, El Nacional.

Con la autoridad que le confieren más de seis décadas de ejercicio ininterrumpido, Gómez Pepín sugiere que el periodismo no existe ni puede existir para ofender la dignidad y la moral de ninguna persona.

Él cree en el postulado que ha enarbolado durante el transcurso de toda su carrera: utilizar su formación periodística como una excelente vía para canalizar y servir a los mejores intereses del país.

Y es este, precisamente, el consejo que este veterano periodista da a las nuevas generaciones de periodistas. “Deben estar dispuestos a todo. Enfrentar todo, hasta miseria. Yo estoy tranquilo no por los millones, que yo no tengo ninguno ni nunca he aspirado a tenerlos, y lo digo con toda la boca, es por la herencia que yo les dejo a mi gente, a mis hijos, a mi esposa”, exhorta Gómez Pepín.

La dignidad y la responsabilidad son para Gómez Pepín dos conceptos que en la praxis profesional cobran gran significado y que, considera, deben fundirse en uno solo para ejercer un periodismo verdaderamente útil y socialmente productivo.

“Eso es lo que yo cuido, no ofender la honestidad de nadie; no, no, no. La libertad de prensa no es para eso. Me han criticado acremente por eso, porque no he querido publicar alguna grosería”, expresa.

Atribuye gran parte de las distorsiones y debilidades que frecuentan en el accionar periodístico de hoy a la existencia de serios niveles de analfabetismo que padece la sociedad dominicana.

“Mientras tú estás haciendo las cosas como a mí me gustan, tú eres un león; tú eres el mejor. El día que hay una diferencia, tú eres una basura”, ilustra.

Gómez Pepín aprovechó el contexto de la conversión con directivos de Multimedios del Caribe para hablar de algunos problemas legales que ha tenido que encarar sobre la marcha en su carrera, incluidos sometimientos a la Justicia por alegada comisión del delito de difamación e injuria.

Estos episodios fueron contados con un dejo de seriedad interrumpido a veces por una sonrisa apacible dejaba escapar en cada expresión.

“Casi todos esos sometimientos terminan, casi siempre, en un descargo”, precisa. Luego, hace una pausa y rememora el momento en que tuvo que asistir en calidad de acusado a la Suprema Corte de Justicia para dirimir una imputación por supuesta difamación e injuria.

“Fueron cinco audiencias y eso es latoso (fastidioso), ¿Tú entiendes? El único beneficio que yo derivé de esas audiencias fue que a cada una de ellas tuve que ir con un traje. Yo no tenía traje cuando eso y salí con cinco trajes. Digo, los compré yo, valga la aclaración”, dice entre risas el director de El Nacional.

Anécdotas y vivencias.

Entrevistado por los directores de El Caribe, Manuel A. Quiroz, y de CDN Televisión y Radio, Osvaldo Santana, Gómez Pepín recordó aquellos tiempos de ejercicio en plena dictadura de Rafael Leonidas Trujillo.

“Si te metías a periodista en esa época, por lo menos, tenía que saberte la tabla del dos, y tú no te ibas a equivocar escribiendo algo que desagradara a Trujillo. Si tú lo escribías, eso no se iba a publicar, porque después de que tú lo escribieras venían tres o cuatro personas que iban a leer ese material que habías entregado”, señala Gómez Pepín.

Apunta que lo que se vivió para entonces fue una especie de autocensura donde las reglas de juego estaban claramente establecidas y conocidas por todos. De la era del tirano, recuerda con jocosidad que en el periódico El Caribe, donde hizo sus primeros pinitos como periodista, había un compañero de trabajo, llamado Rafael Lara Cintrón, que tenía en su escritorio un papel con todos los adjetivos utilizados para referirse al tirano.

Cuenta que estos epítetos eran usados por los redactores de El Caribe para no repetirlos en las historias alusivas a las actuaciones o cosas que tuvieran que ver con Trujillo.

Un momento inolvidable en la vida periodística de Gómez Pepín fue cuando su jefe de redacción le notificó que iba a cubrir las vacaciones del periodista asignado al palacio presidencial.
Señala que gracias a esa oportunidad pudo conocer el país en toda su extensión y al “jefe” del que tenía que escribir todos los días.

“Sostengo que El Caribe fue para mí una universidad”

Gómez Pepín comparte explícitamente sus memorias, sin menoscabo de pormenores y subrayando la gratitud que dice sentir por el aprendizaje y madurez profesional adquiridos en el periódico El Caribe, medio de comunicación al que se refiere como su primera universidad.
Al recordar sus primeros pasos en el periodismo no pudo evitar mencionar dos nombres insignias del periodismo dominicano: Rafael Herrera y Emilio Ornes.

De cada uno recuerda cosas distintas, pero igualmente satisfactorias. “De Herrera aprendí la dedicación a su trabajo. Señores, Herrera permanecía todos los días hasta el cierre del periódico. No hasta el cierre, sino hasta que tiraran los primeros ejemplares”.

Así describe Gómez Pepín el estilo de trabajo de quien por varias décadas dirigió el centenario matutino Listín Diario y fuera considerado como uno de los periodistas que mayores aportes hizo al periodismo local.

A Emilio Ornes, ex director de El Caribe, lo recordó como un periodista “sumamente bueno. Sabía todas las técnicas, buenas y malas y cuando había que aplicarlas, las aplicaba”.

Dijo que bajo su dirección llegó a ocupar el cargo de jefe de redacción. “Ornes era un tipo sumamente franco, también. Con él aprendí mucho periodismo; periodismo de verdad”, exterioriza.

Definió a Ornes como una persona de quien pudo aprender mucho de su bondad y su dedicación al trabajo. “Cuando había que pelear, él tenía su propia forma de pelear, pero a base de talento, no de insultos”, señala.

De estas personas, dice haber aprendido que el periodismo serio y decoroso supone riesgos y responsabilidades. Entrado en este punto de la entrevista, criticó que es frecuente ver a periodistas incurrir en faltas graves que contravienen la esencia del periodismo.

“El periodismo de hoy no es el mejor, claro, el de antes era peor, pero el de hoy no es el mejor”, sentencia Gómez Pepín. Entre recuerdos y anécdotas de toda naturaleza, no quiso dejar de lado hablar de la satisfacción que experimenta siempre que debido a alguna de las historias que publica en el diario que dirige ayuda a resolver un problema de índole social.

La entrevista con Gómez Pepín fue desarrollada en el marco del programa de actividades organizada a propósito del 60 aniversario de El Caribe, a cumplirse en abril del próximo año.

Apreciaciones de un maestro de la labor periodística

Periodismo, Credibilidad y exactitud
La credibilidad y la exactitud son dos elementos que según Gómez Pepín deben estar siempre presentes en el ejercicio periodístico. Mantiene la tesis de que lo más importante en materia noticiosa es que el hecho narrado se corresponda con la realidad que se trata de explicar o transmitir al lector.

“Eso contribuye a aumentar el crédito del periódico. Que la gente se acostumbre a decir lo leí en tal sitio, eso es verdad. Cuando uno logra eso, óigame, no hay más nada que hacer”, indica. Considera que cualquiera se puede equivocar, pero que cuando es algo que se hace de manera intencional “la gente lo huele”, dice Gómez Pepín.

Experiencia En la era de Trujillo
La cobertura periodística de la Presidencia tutelada por Trujillo por más de 30 años, representa para Gómez Pepín una etapa significativa de su carrera, por la experiencia acumulada. Recuerda que en aquel tiempo a lo más que podía llegar un comunicador era a formular una pregunta.

“Tú tenías que esperar que él llamara, vamos a hablar la verdad. Quizás tú podías hacer una preguntita no al margen de lo que él estaba tratando”, sostiene. Cuenta que en una ocasión, por vez primera, Trujillo lo llamó por su nombre para preguntarle que si era casado. Dijo que su respuesta fue afirmativa.

Multimedios reconoce su labor

Ejecutivos de Multimedios del Caribe reconocieron ayer al director del periódico El Nacional, Radhamés Gómez Pepín, por su larga trayectoria en el ejercicio periodístico y por haber pertenecido a esta empresa en los años cincuenta. El destacado comunicador llegó a ocupar el cargo de jefe de redacción de El Caribe bajo la dirección del extinto Emilio Ornes.

En un acto enmarcado en la agenda de actividades en ruta a la celebración del 60 aniversario del periódico El Caribe, en abril del 2008, Gómez Pepín, quien estuvo acompañado de su hijo Radhamés Gómez Sánchez, recibió una placa distintiva de manos del presidente y vicepresidente de Multimedios del Caribe, Félix M. García, y Manuel Estrella, respectivamente; de los directores de El Caribe y CDN Radio y Televisión, Manuel A. Quiroz y Osvaldo Santana, y de la subdirectora de El Caribe, Arelis Peña Brito.

Las palabras para destacar la labor profesional desempeñada por Gómez Pepín fueron pronunciadas por el señor García, quien consideró que la celebración del 60 aniversario es una ocasión propicia para reconocer el trabajo que por décadas ha realizado el veterano comunicador.

“Cuando dejó atrás su entrañable mundo de Santiago de los Caballeros para venir a residir a la capital comenzó a laborar como redactor de este diario. Es decir, El Caribe es parte importantísima en su brillante carrera periodística”, recordó García.

Dijo que su llegada a este diario se produjo en el año 1956, lo que significa que para esa época El Caribe tenía solo ocho años de existencia como medio informativo.

“Radhamés Gómez Pepín es una institución, cuando de periodismo dominicano se habla. No hablaremos de su biografía ni de su trayectoria, Radhamés no necesita presentación. Durante su labor de más de 55 años en los medios de comunicación, siempre ha estado del lado de los mejores intereses de la Patria y de la ciudadanía”, sostuvo García.

Dijo que con las posiciones asumidas por Gómez Pepín en el transcurso de su carrera se podría estar o no de acuerdo, pero que lo que no se puede discutir es la verticalidad y firmeza de las mismas. Definió al director de El Nacional como un santiaguero de nacimiento y corazón.

En este contexto, García hizo un aparte para referirse a los hechos en que ha estado ligado el apellido de Radhamés. “El apellido Pepín no pasa desapercibido cuando se habla de resaltar los valores patrios, el uso de los uniformes escolares, la lucha por los derechos de la mujer, la oposición de la ocupación norteamericana y las acciones tiránicas de Trujillo”, recordó.

García hizo un recuento por los medios en los que ha laborado Gómez Pepín, entre los que figuran La Noticia, La Información, El Sol, la Revista Ahora, Listín Diario y Radio Comercial.

Dijo que su paso por estas empresas de comunicación le confieren la experiencia y conocimiento de la historia cívica de República Dominicana, de las últimas seis décadas.

Quiroz define a Radhamés

La trayectoria de Gómez Pepín fue igualmente reconocida por Quiroz, quien lo describió como una persona auténtica y sencilla a lo largo de su carrera periodística.

“Quienes han conocido su visión y filosofía de vida, saben perfectamente que él valora las cosas por lo que representan en sí misma y por el sentido de aprecio que a ella se confieren”, expuso el director de El Caribe. Precisó que el encuentro de ayer con Gómez Pepín se inscribe como uno de varios que se realizarán con periodistas que han laborado en El Caribe desde su fundación.

Destacó que en múltiples ocasiones Gómez Pepín ha dado muestra de solidaridad con este diario de forma espontánea y profesional. Dijo que esta es una actitud que habla del alto sentido de respeto y coexistencia armónica que puede cultivarse en la comunidad periodística, por encima de las diferencias de criterios que muchas veces se quedan circunscritas a coyunturas “sin profundizar las trascendencias de la vida y de las relaciones bien cultivadas”.

“Esta fue en su momento y lo sigue siendo, hoy más que nunca, la casa donde se te quiere y se te admira como persona y como profesional del periodismo que ha contribuido desde diferentes posiciones ejecutivas a la libre discusión de las ideas”, dijo.

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