domingo, mayo 13, 2007

Editorial: LOS ATAQUES A VEGA MEDIA PRESS NOS DA MÁS FUERZA PARA EJERCER LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN


VEGA MEDIA PRESS estuvo inactiva durante prácticamente todo el domingo tras sufrir un ataque múltiple de hackers profesionales a su servidor y sistema informático. A primeras horas de la mañana se sucedieron las acometidas hasta conseguir colapsar y dejar inactiva la web para sus lectores alrededor de las ocho horas. Doce horas después los técnicos informáticos, a pesar de ser día festivo, lograron terminar de poner de nuevo en perfecto funcionamiento este periódico independiente on line con difusión preferente en el Valle del Ricote, la Vega Media y, por extensión, la Región de Murcia. Este es el sexto ataque que, en menos de un año, recibe este periódico digital cuyas noticias, informaciones, reportajes, crónicas, editoriales, artículos de opinión y comentarios de los lectores ponen y tienen tan nerviosos a los poderes fácticos y no tan fácticos de esta comunidad autónoma gobernada por el Partido Popular dirigido por Ramón Luis Valcárcel y con un responsable de comunicación con el nombre de José Antonio Ruiz Vivo. Esta alteración en el normal desarrollo de la libertad de expresión de un medio de comunicación en la región murciana se ha producido a los dos días del inicio de la campaña de las elecciones municipales y autonómicas del próximo domingo, 27 de mayo.


Desde su fundación hace tres años, VEGA MEDIA PRESS es el único medio digital de esta región cuyo servidor informático ha sido atacado de forma sistemática y criminal. Por algo será: ciertos poderes políticos y económicos deben sentirse amenazados en sus espurios intereses por el libre mercado de la información y las ideas y el libre ejercicio del periodismo. Ello ha obligado al editor de este periódico digital a aumentar la trinchera y los cortafuegos de seguridad en el sistema informático que, en cualquier caso, ponen a salvo los contenidos de la web. Sólo la interactividad con sus lectores se ha visto alterada, que no es poco.


Este nuevo ataque informático, como flagrante atentado al consagrado artículo 20 de la Constitución en una región que pertenece a un Estado de Derecho, está siendo analizado por los técnicos para determinar cuál fue la acometida dañina que dejó en suspenso durante varias horas este periódico interactivo puesto al servicio de una sociedad y unos lectores que constantemente ejercen su libertad de expresión emitiendo sus comentarios. En este caso la empresa editora de VEGA MEDIA PRESS pondrá los datos técnicos y las huellas digitales de los saboteadores que han interferido su normal funcionamiento ante la Brigada de Delitos Informáticos de la Policía, al objeto de llegar al origen del infractor o infractores de la ley.


Estos insistentes ataques sólo pueden provenir de partidos políticos, personas, instancias, sectores o medios que no ven con buenos ojos el liderazgo de VEGAMEDIAPRESS en la red, que no aceptan el juego limpio en una democracia avanzada, que les estorba que se hable con claridad y se conozcan las corruptelas que pululan por todos los rincones de esta región aguijoneada desde hace años por la mayor especulación urbanística de la historia y por las prácticas políticas de alcaldes rayanas en el caciquismo más grosero y estéril.


También conviene recordad aquí y ahora los diferentes intentos de secuestro de las distintas ediciones en papel de VEGA MEDIA PRESS. Las intimidaciones de policías locales de Villanueva, al intentar detener a periodistas de este medio, actuación abortada por la propia Guardia Civil, que tuvo que recriminarles “si no estaban locos” cuando se fotografiaba una manifestación y esos policías esgrimieron que “no querían aparecer en las fotos”. A todo esto hay que sumar las amenazas de muerte al director y a alguno de nuestros compañeros, con frases coercitivas y delictivas como "sabemos donde vives y donde trabaja tu mujer".


Al intento de acallar a VEGA MEDIA PRESS por esos torpes medios se ha sumado también el de dinamitar en varios casos la publicidad previamente contratada. Ha habido clientes que han retirado sus anuncios programados sin ofrecer explicaciones comerciales o económicas, y nos consta que han tomado su decisión por presiones de alcaldes del Partido Popular dirigido por Ramón Luis Valcárcel. Se da el caso de que el alcalde de las Torres de Cotillas, Domingo Coronado, del PP, ofreció un galeno, el oro y el moro a un compañero de profesión: “Lo que necesites, busca profesionales y pide lo que te haga falta, locales, ordenadores.... para cargarnos a Vega Media Press a través de una web en internet”, como si el dinero lo solucionase todo. Cuando el interlocutor le pidió 18 millones de las antiguas pesetas para el proyecto, el susodicho alcalde se quedó in albis y ahí acabó el engaño.

Si las encuestas publicadas recientemente ofrecen un nuevo triunfo del Partido Popular en esta región, no se entiende el nerviosismo de ciertos políticos y sectores y el ataque sistemático para silenciar a un medio independiente como VEGA MEDIA PRESS a doce días de unas elecciones importantísimas para los municipios y la comunidad cuando se juega ahora verdaderamente el futuro de esta región, cuando la mayoría y principales medios de comunicación le son afines o adictos aquí, cuando han puesto a disposición de sus intereses económicos, políticos y electorales una televisión autonómica que le cuesta miles de millones de euros a los contribuyentes murcianos, cuando conceden las nuevas emisoras de radio y televisiones locales a sus amigos y empresas afines, muchas de ellas dedicadas a intereses urbanísticos. En fin, cuando poseen para sus antojos un desmedido, pero también perverso y torpe poder económico y mediático.


Será quizá porque esas encuestas anteriormente les han fallado estrepitosamente, como erró la del propio CIS el 14 de marzo de 2003, cuando José Luis Rodríguez Zapatero y el PSOE ganaron La Moncloa. O quizá porque no toleran que nadie pueda ejercer libremente el periodismo en esta región, al tener la fea costumbre de la “fea burguesía” novelada por Miguel Espinosa de que aquí, en esta región, no cabe más que la sumisión a los intereses viciosos de una casta endogámica de elegidos provincianos que están en la fe de que el poder sólo les pertenece a ellos por decreto hereditario. Esos tan adictos a ofrecer pan et circus, pan y fútbol a lo que ellos llaman despectivamente populacho. Quizá todo radique en que, como indómitos fieras, están arrinconados entre las rejas de su propia corrupción, desvío, desvarío e intolerancia contumaz.



Hoy, gracias a las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, medios digitales libres permiten sacudirse el yugo a esa sumisión y las amenazas y los ataques informáticos se vuelven contra quienes perpetran estos quebrantamientos de la ley. No conseguirán nuestro silencio. Todo lo contrario: sus ataques nos animan a tener más fuerza y coraje en nuestro empeño por proseguir en el ejercicio de la libertad de expresión en esta región.

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