jueves, octubre 18, 2007
Editorial/ El Caribe: Billy Berroa ha fallecido
Por Redacción / El Caribe
La muerte de Billy Berroa, acaecida anoche a la edad de 81 años, es una gran pérdida para el país y la América Latina, ya que se trataba del más destacado de los narradores deportivos dominicanos de todos los tiempos.
Con razón se le conocía como “el internacional”, ya que formó parte del staff de narradores en español de los Mets de Nueva York y había realizado en el 1964 su primera transmisión en vivo desde el Shea Stadium en Queens, Nueva York.
Para el legendario narrador ese fue uno de sus grandes hitos que recordaba siempre con orgullo, de un partido en que los Metros de Nueva York se enfrentaban al lanzador Juan Marichal y a los Gigantes de San Francisco.
Su nombre era Porfirio Berroa Carbuccia, pero se proyectó dentro y fuera de la República Dominicana como Billy, como le llamaban con cariño y admiración sus compañeros y una legión de fanáticos que disfrutó de sus singulares narraciones.
Aunque en su juventud no tuvo aptitudes para el deporte, como él mismo admitiera, se inclinó por la crónica, en la que se destacó gracias a la facilidad que tenía para describir los eventos que se realizaban en una escuela de su natal San Pedro de Macorís.
La historia de la narración deportiva en el país no podrá ser escrita sin incluir en un lugar de primera significación a este maestro, poseedor de una voz clara y de una dicción precisa, que no tenía que recurrir a expresiones altisonantes para interesar al público.
Billy era un hombre de innatas habilidades que a pesar de su temperamento sereno y aparentemente pasivo, sabía aceptar retos y asumirlos con esfuerzo dirigido al éxito, como cuando comenzó a narrar partidos de béisbol mediante el proceso de teletipo, en una época en que las transmisiones eran prácticamente artesanales.
La Columna de Billy, que se publicó en El Caribe y en otros diarios, en la que emitía sus opiniones y comentarios sobre diferentes temas del deporte, era muy leída y apreciada por su contenido y la forma en que hacía sus planteamientos.
El país ha perdido no solo a un extraordinario narrador, sino también a un gran ser humano que practicaba la amistad sincera y que rechazaba el insulto y la ofensa personal.
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