sábado, junio 07, 2008

El peligro acecha al turismo



El transporte aéreo, uno de los pilares de la industria turística, está siendo duramente golpeado por la crisis mundial del petróleo

Por
Daniel García Archibald / El Caribe

La cancelación de rutas y reducción de vuelos anunciados por algunas aerolíneas que vuelan desde y hacia República Dominicana, ha encendido la luz de alerta para el turismo.


El transporte aéreo, uno de los pilares de la industria, está siendo duramente golpeado por la crisis mundial del petróleo, afectando considerablemente los combustibles.

Esto llevará no sólo a que las aerolíneas tengan pérdidas globales de alrededor de 4 mil millones de euros este año, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que las agrupa, sino que provocará la quiebra de muchas.

La sola quiebra de aerolíneas, significa una reducción de vuelos y asientos para que menos personas puedan viajar. Significa también que quienes logren sobrevivir deberán aumentar sus tarifas para compensar costos, lo cual se traducirá en una reducción de la demanda por parte de los pasajeros.

Esto significa que los destinos turísticos tendrán también menos demanda y entonces podría producirse lo que desde Europa advierte el presidente de la Confederación de Organizaciones Turísticas de América Latina (Cotal), sobre los efectos negativos de la crisis para la región.


Ante esto que ya tenemos aquí, ¿qué hacer? Sin dudas que para República Dominicana la situación se torna muy difícil por la dependencia que tenemos de líneas aéreas extranjeras a las cuales, históricamente, les hemos dado todo, por no tener una línea bandera.

Nuestro turismo tiene una dependencia mayoritariamente aérea, contrario a otras islas que se apoyan en los cruceros, al cual también afectan los precios del petróleo, pero no tanto. Sus costos son más bajos.

Los vuelos charters, en su mayoría procedente de destinos largos, son el principal soporte del turismo dominicano, al cual los cuales se les han dando todas las facilidades siempre.

Ante ese cuadro no hay otra alternativa que ayudar a los agentes del sector (aerolíneas, operadores y hoteleros) a bajar sus costos, reduciendo impuestos y dando incentivos.

Esto no resuelve el problema en su totalidad puesto que los viajeros se reducirán por su incapacidad económica para viajar, lo cual llevará a las aerolíneas a reducir los vuelos. Pero, por lo menos algo se hace para ver si evitamos una caída estrepitosa de la “industria sin chimenea”.


Particularmente creo que bajando las tasas aeroportuarias, reduciendo los impuestos al combustible de avión y eliminando algunas medidas impositivas se puede hacer un importante aporte.

Daniel Garcia Archibald es periodista
darchibald@hotmail.com

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