martes, junio 03, 2008

Al día

El Nacional, Vespertino Dominicano

POR JUAN JOSÉ AYUSO
Se sabe cuáles son los políticos que, para redondear el fracaso completo de su participación electoral, pueden caer en el “gancho” de aceptar la “ invitación del presidente Fernández para integrar un “gobierno de unidad nacional”.

Esa maroma es vieja y fue impuesta por el político del que esos políticos del redondeo se beneficiaron en lo financiero y gracias al cual ocuparon como “mandatarios” o mensajeros i títeres posiciones de principalía política.

En el reverso de ese anverso, aunque también políticos del redondeo, los hay que negociaron su respaldo a la reelección pero sin correr el riesgo de concurrir con o aliados de partidos pequeños.

Estos son políticos que rechazarán siempre la posibilidad de que les cuenten votos dado que, para hacerlo, bastaría con conocer las cuentas de los dedos de las dos manos juntas, si acaso.

Y los hay, en suma, de los partidos que anduvieron por el menos del uno y por el uno por ciento en las presentes elecciones, muchos de ellos verdaderos tenderos de mercado de pulgas también en busca de un redondeo aunque sin números para tener el descaro insólito de proponerlo.

De otro lado, debe tenerse presente que los meses pendientes del cuadrieno 2004-2008 tienen de frente las crisis mundiales del precio del petróleo y de la producción y mercadeo de alimentos.

En lo nacional, una temporada ciclónica de junio a noviembre (por las situaciones creadas el año pasado con las tormentas Noel y Olga), y el reto de no terminar “con la sábana por un canto” a causa de casos de corrupción (Sunland y “nominillas”), del déficit cuasifiscal y de otras lindezas que los economistas inventan dentro de su labor poética de metaforizar problemas que pueden dar al traste con el equilibrio socioeconómico.

Al gobierno que continuará el 16 de agosto le faltarán la fuerza y la autoridad de una victoria electoral limpia lo que, con miras a sustituirlo en 2012, forzará a los partidos de oposición a endurecer su tarea aunque sin parecer radicales.

La “victoria” electoral de mediados de mayo permitió que la mayoría no peledeísta del país se percatara de que el presidente Fernández es capaz de hacerlo todo con tal de permanecer en el poder, y eso implica una reedición de la mentalidad y los métodos que utilizó Joaquín Balaguer entre 1966 y 1978 y de 1986 a 1996.

Participación Ciudadana, la comisión de observadores electorales de la Organización de Estados Americanos, la embajada de Estados Unidos y organizaciones empresariales y comerciales, aceptaron como buena la organización de las elecciones pero con la salvedad negativa de que el candidato reeleccionista del gobierno y la institución utilizaron de manera abierta y masiva recursos del erario para sus propósitos.

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