Guarionex Rosa
-DEL LISTIN DIARIO, MATUTINO DOMINICANO-
Con el triunfo empuñado en su derecha de bateador de la política, el virtual candidato presidencial Miguel Vargas Maldonado tiene por delante enfrentar al candidato presidencial del PLD, indefinido todavía, pero que sería una carrera de obstáculos.
Vargas Maldonado podría correr en una jornada que sería además difícil o manejable, según enfrente al presidente Fernández, un peso pesado para todos los fines, o a su retador el licenciado Danilo Medina, el ex secretario de la Presidencia.
Si como señalan los primeros indicios sobre los resultados convencionales de ayer el aspirante Vargas Maldonado ganó la candidatura presidencial, su tarea inmediata sería su entrenamiento en dos meses para esperar a quién nomine el PLD en abril.
Aunque Vargas Maldonado llevaba enorme ventaja a su contrincante la ex vicepresidenta doctora Milagros Ortiz Bosch, la veterana dirigente se mantuvo en la carrera, en representación de buena parte de la vieja guardia y los oponentes al PPH.
La coincidencia que pudiera tener la lidia en los dos partidos opuestos es que tanto Vargas Maldonado como el doctor Leonel Fernández, líder del PLD, han aparecido como los lógicos ganadores de sus respectivas convenciones.
Por eso el doctor Fernández señaló desde hace dos meses al aspirante perredeísta como su eventual contrincante, mientras que Vargas Maldonado hizo lo propio, aunque en realidad le convendría tener al frente al retador peledeísta Medina.
El triunfo del ingeniero Vargas Maldonado que lo aseguraba la enorme y costosa campaña y el apoyo de las principales figuras del anterior gobierno, también se nutría de la realidad de que él, más que la doctora Ortiz Bosch era la tabla de salvación del PRD.
El aspirante y ex secretario de Obras Públicas fue ganando terreno desde el principio de la campaña interna, recorrió buena parte del país y puso en televisión, prensa escrita y radio un comercial tras otro más bien dirigido al doctor Fernández. No hubo debates directos entre la aspirante y ex vicepresidenta y el ingeniero Vargas Maldonado. Era evidente que la mayoría de la dirección partidaria estaba abiertamente a favor del ex pepehachista, incluido el endoso del ex presidente Mejía.
El último zapateo de la aspirante para que una firma privada auditara el padrón y el escrutinio de la convención, un dolor de cabeza para la Junta Central Electoral, fue rechazado el viernes, asestando un golpe sicológico devastador.
Los estrategas de la doctora Ortiz Bosch la presentaron como adalid de los principios, de la ortodoxia perredeísta y de los ideales del fenecido Peña Gómez, citado como un ejemplo de moralidad que no veía la política “como un juego”.
Campaña desigualLa campaña preelectoral perredeísta fue a todas luces desigual. Oficialmente se informó que la campaña de Vargas Maldonado costaría casi 53 millones de pesos, en tanto que la de la señora Ortiz Bosch poco más de 35 millones.
Ella se apoyó en la Corriente Unitaria, un conglomerado menor de dirigentes que repudiaron la reelección del ex presidente Mejía, aunque algunos acolitaron sus estrategias y ocuparon puestos en el régimen casi hasta último momento.
Los estrategas de Vargas Maldonado dieron una señal de lo que harían en la campaña venidera contra el candidato peledeísta, que al menos en apariencias quisieran que fuera el doctor Fernández, quien podría optar por la repostulación.
Esos estrategas, sin miedo al qué dirán, utilizaron la estrofa del poema de José Martí (“Cultivo una rosa blancaÖ..”) sin citar la propiedad intelectual del apóstol y también las construcciones del anterior régimen, que llamó: “mis obras”.
Los estrategas olvidaron que todos están tomando notas de lo que digan los otros y podrían sacar sus conclusiones en el momento oportuno, ya sea que la campaña se maneje limpia o menos limpia y en la cual todos los golpes sean válidos.
Tras ser proclamado como el candidato perredeísta ganador de la convención, el aspirante será más vulnerable que ahora. Quizás tenga un par de meses de tregua mientras el PLD debate la brega por la candidatura presidencial, pero de seguro le dará mandarria al oficialismo.
Cuando la candidatura se defina, Vargas Maldonado, de quien se dice que tiene una bolsa de mil millones para la campaña electoral, tendrá que encarar sus cuestionamientos, como el escándalo de Marbella que el semanario Clave y periódicos españoles han sazonado.
Quizás le convenga la respuesta monosilábica del reformista Amable Aristy Castro, quien siempre dijo ante las preguntas periodísticas “vamos a esperar” y al final se salió con la suya y quedó como el secretario general de la Liga Municipal, una extensión de su finca de Higüey.
Lo importante para Vargas Maldonado será cohesionar las fuerzas de su partido y repartir bien a futuro para que todo el mundo perredeísta quede conforme, al mejor estilo de esa organización. Sin un PRD unido, sus esperanzas ya en dudas si el candidato es el presidente Fernández, serían menores.
Si por un azar del destino el candidato a que tenga que enfrentarse el ingeniero Vargas Maldonado es el señor Medina, los perredeístas tendrán razones para apostar al suyo, porque que la pelea se ajustará a las reglas de los pesos medianos con todas sus consecuencias.
A Vargas Maldonado le beneficia la enorme inspiración que tiene para llegar a la Presidencia y la necesidad que tiene el PRD de volver al poder, salvándose de la amenaza de que un triunfo del PLD en las elecciones del 2008 dejaría a ese primer partido más que renco para jornadas electorales siguientes, siguiendo la historia del PRSC.
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