lunes, enero 01, 2007

Libertad de Prensa: cifras comparativas del 2006 – 05

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Comunicado de Periodistas sin fronteras, África

En 2006 :
- 81 periodistas muertos
- 32 colaboradores de medios de comunicación muertos
- al menos 871 detenidos
- al menos 1 472 agredidos o amenazados
- al menos 912 medios de comunicación censurados
- al menos 56 periodistas secuestrados

A título comparativo, en 2005 :
- 63 periodistas muertos
- 5 colaboradores de medios de comunicación muertos
- al menos 807 detenidos
- al menos 1 308 agredidos o amenazados
- al menos 1 006 medios de comunicación censurados

El año más mortífero desde 1994

En 2006 mataron al menos a 81 periodistas, en el ejercicio de su trabajo o por expresar sus opiniones, en veintiún países. Hay que remontarse a 1994 para encontrar una cifra más alta. Aquel año encontraron la muerte 103 periodistas, de los que casi la mitad murieron en el genocidio de Ruanda, cerca de una veintena en Argelia, víctimas de la guerra civil, y una decena en la ex Yugoslavia.

En 2006 también han matado a treinta y dos colaboradores de medios de comunicación ("fixeurs", chóferes, traductores, técnicos, agentes de seguridad, etc.), frente a los cinco del año pasado.

A diferencia de otras organizaciones, Reporteros sin Fronteras solo tiene en cuenta a los profesionales de los medios de comunicación de los que tiene la certeza de que su muerte esté relacionada con el deber de informar. No se han contabilizado otras varias decenas de casos porque todavía se están investigando, o se han descartado porque no tienen que ver con el ámbito de la libertad de prensa.

Por cuarto año consecutivo Irak sigue siendo el país más peligroso del mundo para los profesionales de los medios de comunicación : 64 de ellos han encontrado allí la muerte en 2006 (periodistas y colaboradores). En total, desde el comienzo de la guerra han matado a 139 periodistas en Irak ; es decir, más del doble del número de periodistas muertos durante los veinte años de la guerra de Vietnam (63 muertos entre 1955 y 1975). En cerca del 90 % de los casos, las víctimas son periodistas iraquíes. Las investigaciones son rarísimas y nunca conducen a nada.

Segundo en el "palmarés" de los Estados más peligrosos para los periodistas, México se ha convertido en el país más mortífero del continente americano, por delante de Colombia. En 2006 han matado a nueve periodistas porque investigaban sobre los narcotraficantes o cubrían algunos movimientos sociales violentos. En la región de Oaxaca, sacudida por unas luchas sociales que a veces degeneran en enfrentamientos armados, a un camarógrafo norteamericano, Brad Will, le mataron de un disparo a finales de octubre. En los mismos acontecimientos resultaron heridos otros varios periodistas. Por otra parte, el 9 de agosto apareció el cuerpo sin vida de Enrique Pera Quintanilla, en el borde de una carretera del Estado de Chihuahua, al norte del país. Era el director del mensual Dos Caras, una verdad, especializado en información sobre los asesinatos no aclarados y el tráfico de droga.

En Filipinas, la situación no es nada divertida. En 2006 han asesinado a seis periodistas (siete en 2005). A finales de mayo, Fernando Batul, comentarista de la radio dyPR, le asesinaron a disparos cuando acudía a su trabajo en la isla de Palawan (al sudoeste de Manila). Según las autoridades, el crimen está relacionado con las crónicas del periodista sobre el comportamiento violento de un policía. Al agente le han detenido y deberían juzgarle próximamente. También en el archipiélago, a los asesinos de Marlene Esperat, editorialista y militante anticorrupción a la que mataron en marzo de 2005, les han condenado a cadena perpetua. Claro que se trata únicamente de unos secuaces, mientras que los autores intelectuales campando por sus respetos. Pero, en un país donde la impunidad es la regla, esa decisión judicial tiene el valor de un ejemplo a seguir.

En Rusia han matado a tres periodistas en el curso del año (o sea, en total 21 desde la llegada de Vladimir Putin al poder en marzo de 2000). El asesinato, en octubre, de Anna Politkovskaya, reportera del semanario Novaya Gazeta y especialista en Chechenia, vino a recordar que ni siquiera los periodistas más conocidos y más apoyados por la comunidad internacional están al amparo de esa violencia asesina. Hay una investigación en marcha. El Kremlin, al que los Estados democráticos han pedido que haga todo lo necesario para identificar y sancionar a los responsables del crimen, ha puesto en marcha un equipo de 150 investigadores, para llevar a buen término la investigación.

En el vecino turcomano, la situación de la libertad de prensa no ha cesado de empeorar a lo largo del año 2006. En septiembre se alcanzó el paroxismo de la represión emprendida contra la prensa independiente cuando la familia de la corresponsal de Radio Free Europe, Ogoulsapar Mouradova, anunció que había muerto en la cárcel. A pesar de las insistentes peticiones de la Unión Europea, las autoridades turcomanas no han abierto ninguna investigación para aclarar las circunstancias de la muerte de la periodista, que en el momento del drama llevaba tres meses encarcelada.

En Líbano, durante la guerra con Israel, unos bombardeos del ejército israelí mataron a una fotógrafa y a un técnico de televisión. En total, durante el verano resultaron heridos una decena de periodistas, en el curso de los enfrentamientos.

Algunas campañas electorales particularmente violentas

En el transcurso del año 2006 Reporteros sin Fronteras tuvo conocimiento de más de 1.400 casos de agresiones. También en este caso se trata de un record. Los actos violentos fueron particularmente numerosos en las múltiples campañas electorales del año 2006.

En Bangladesh, las agresiones a periodistas - ya frecuentes en períodos normales - eran diarias al final del año, a pocas semanas de las elecciones legislativas, cruciales para el país. Las fuerzas del orden, pero también algunos simpatizantes de varios partidos políticos, son responsables de esa violencia.

En el continente americano, durante el año hubo importantes votaciones nacionales en una decena de países. En Perú, a principios de marzo, o sea un mes antes de la elección presidencial, Reporteros sin Fronteras ya había censado más de una decena de casos de agresiones a periodistas, y otros tantos de amenazas. En Marilia, en el sur de Brasil, los partidarios de un político local saquearon los locales de un diario el mismo día de la primera vuelta de las elecciones generales.

En la República Democrática del Congo, los partidarios de los dos principales candidatos - Joseph Kabila, el presidente saliente, y su rival Jean-Pierre Bemba - atacaron frecuentemente a los periodistas del "campo adverso". En Uganda, como en Etiopía, expulsaron a un enviado especial extranjero en el período electoral.

Finalmente en Belarús, pocos días después de la reelección de Alexandre Loukachenko al frente del país, en marzo de 2006, una oleada de represión se abatió sobre opositores y periodistas. Fueron agredidos una decena de reporteros locales, y algunos enviados especiales extranjeros, y entre ellos Olge Ulevitch, corresponsal del periódico Komsomolskaya Pravda. El reportero, de nacionalidad rusa, resultó con la nariz rota tras ser golpeado por unos policías de civil.

Censura y detenciones, unas prácticas que todavía se utilizan abundantemente

El número de casos de censura ha disminuido ligeramente : 912 casos frente a 1.006 en el año anterior. En 2005, la censura más intensa se dio en Nepal. El alto el fuego firmado en el verano de 2006 permitió a la prensa respirar un poco. Los periodistas encarcelados salieron en libertad y numerosas radios locales pudieron reanudar libremente su trabajo.

Este año ha sido en Tailandia donde se ha registrado el mayor número de casos de censura. Al día siguiente del golpe de Estado militar, el 19 de septiembre de 2006, cerraron más de 300 radios comunitarias, así como varios sitios de Internet. La situación regresó a la normalidad al cabo de pocas semanas.

Por otra parte, resulta imposible cuantificar la censura en China, Corea del Norte o Birmania, por ejemplo. En estos países se han adoptado medidas globales contra el conjunto de la profesión que, de un solo golpe, afectaron a varias decenas, e incluso centenares de órganos de prensa.

La Web está estrechamente controlada en varios países del planeta. Reporteros sin Fronteras hizo pública, en noviembre, una lista de los trece enemigos de Internet : Arabia Saudí, Belarús, Birmania, China, Corea del Norte, Cuba, Egipto, Irán, Uzbekistán, Siria, Túnez, Turkmenistán y Vietnam.

En esos Estados han encarcelado frecuentemente a bloggers y ciberdisidentes, por manifestarse libremente en el Net. Algunos sitios los han cerrado, hecho inaccesibles o filtrado, y han depurado los foros de discusión de los mensajes más críticos. En total, durante el año 2006, cerca de una treintena de bloggers fueron arrestados y detenidos durante varias semanas, especialmente en China, Irán y Siria. Por primera vez Egipto aparece en la lista de los "enemigos de Internet" por su represión, cada vez más dura, de los bloggers críticos con el presidente Hosni Mubarak, o con el Islam.

En todo el mundo, al menos 871 periodistas se vieron privados de libertad en 2006. Algunos estuvieron detenidos pocas horas. Otros han sido condenados a graves penas de cárcel.

Entre estos últimos, los casos de Zhao Yan y Ching Cheong, en China, han provocado fuertes reacciones en la comunidad internacional. Los dos, que colaboraban en órganos de prensa extranjeros, deberían pasar tres y cinco años en la cárcel respectivamente. En el juicio de apelación, la justicia ni siquiera se dignó organizar una vista, privando así a los condenados de cualquier posibilidad de defenderse.

En Turkmenistán el fallecimiento, muy al final del año, del presidente vitalicio Separmourad Niazov podría terminar con la opresión que hasta ahora se cernía sobre los periodistas y los defensores de los derechos humanos. A dos de ellos - Annakourban Amanklytchev y Sapardourdy Khajiev - les condenaron en junio a penas de seis y siete años de cárcel por ayudar a una periodista extranjera que realizaba un reportaje sobre su país.

En Birmania, el célebre periodista y militante de la causa democrática, Win Tin, ha iniciado su año número dieciocho entre rejas. Ha recibido el Premio Reporteros sin Fronteras - Fundación de Francia 2006 por su lucha en favor de la libertad de expresión.

Una preocupación suplementaria : los secuestros de periodistas

Por primera vez, Reporteros sin Fronteras ha censado, de manera precisa, el número de periodistas secuestrados en el mundo.

En 2006 secuestraron al menos a 56 periodistas, en una decena de países. Las dos zonas con mayor riesgo son Irak, donde han secuestrado a diecisiete profesionales de la prensa desde el comienzo del año 2006, y la franja de Gaza, donde han secuestrado a seis reporteros. Si en los Territorios Palestinos los secuestros terminaron todos en liberaciones, en Irak, los secuestradores ejecutaron a seis profesionales de los medios de comunicación.

Reporteros sin Fronteras se entrevistó, a finales de 2006, con el jefe del Estado iraquí, Jalal Talabani, para exhortarle a adoptar medidas que pongan fin a esa práctica. La organización también acudió a Gaza, para pedir al presidente Mahmud Abbas, y a los responsables de las principales facciones palestinas, que usen su influencia para pedir a sus partidarios, y al conjunto de la población, que no sigan atacando a los profesionales de la prensa.

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