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Gobiernos europeos se resisten a las exigencias de la administración Bush para que reduzcan su apoyo a las exportaciones a Irán y que obstruyan transacciones y congelen activos de algunas empresas iraníes.
Esta movida amenaza con abrir un nuevo cisma entre Europa y Estados Unidos a causa de Irán. Funcionarios de la administración dicen que un nuevo impulso enfocado a reducir las exportaciones a Irán y detener sus transacciones financieras está concebido para aislar más a Irán en la esfera comercial, en medio de las primeras señales de que la presión internacional ha afectado negativamente la producción de crudo y la economía iraníes. De manera similar, hay informes de creciente intranquilidad política en Irán.
En diciembre, la negativa de Irán a renunciar a su programa nuclear llevó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a imponer sanciones económicas. El rechazo de Irán se fundamenta en el alegato de que su programa nuclear es de naturaleza civil, en tanto Estados Unidos y otros países creen que planea fabricar armas.
Actualmente está en discusión cómo se va a poner en marcha la resolución, al tiempo que los europeos se resisten a peticiones estadounidenses enfocadas a emprender acciones rápidas, citando problemas técnicos y políticos relacionados con los fuertes vínculos económicos que Europa tiene con Irán y su industria petrolífera.
''Nosotros les estamos diciendo a los europeos que ellos necesitan ir más allá de lo que ya han hecho para maximizar la presión sobre Irán'', dijo un prominente funcionario de la administración. ``La respuesta europea en cuanto al aspecto económico ha sido bastante débil''.
Las demandas de Estados Unidos y las respuestas de Europa fueron suministradas por 10 funcionarios diferentes, incluidos tanto partidarios como detractores del enfoque estadounidense.
Una ironía de la presión más reciente, comentan funcionarios de Europa y Estados Unidos, es que muchos bancos europeos, por cuenta propia, ya empezaron a reducir sus transacciones con Irán, en parte debido a una prohibición del Departamento del Tesoro estadounidense con respecto al uso de dólares en tratos que involucren a dos prominentes bancos de Irán.
La presión estadounidense sobre los gobiernos europeos, a diferencia de los bancos, ha sido menos exitosa, a decir de funcionarios de la presente administración y de Europa.
Los principales objetivos de lo anterior son Italia, Alemania, Francia, España, Austria, Países Bajos, Suecia y Gran Bretaña, todos los cuales tienen extensos tratos comerciales con Irán, particularmente en el sector de energía. No obstante, funcionarios de la administración dicen que la canciller de Alemania, Angela Merkel, quien preside actualmente la Unión Europea, ha intentado ofrecer respuestas.
Europa tiene más vínculos comerciales y económicos con Irán que Estados Unidos, que cortó sus relaciones tras la revolución y toma de rehenes en 1979.
La administración afirma que, en el 2005, los gobiernos europeos le suministraron $18,000 millones en garantías de préstamos gubernamentales a Irán. Esa suma disminuyó a lo largo del año pasado, pero no por mucho, destacan funcionarios estadounidenses y europeos.
Por su parte, funcionarios estadounidenses dicen que algunos gobiernos europeos pudieran haber facilitado negocios ilícitos y que, de cualquier modo, deben hacer más por detener ese tipo de transacciones. El secretario del Departamento del Tesoro, Henry M. Paulson Jr., ha dicho que Estados Unidos ha compartido con Europa los nombres de al menos 30 empresas que hacen las veces de frentes y están involucradas en actividades de terrorismo o programas de armas.
''Ellos nos han dicho que no cuentan con las herramientas'', dijo un funcionario estadounidense de alto nivel. “Nuestra respuesta a eso es: consíganlas''.
''Nosotros queremos exprimir a los iraníes'', dijo un funcionario europeo. “Sin embargo, existen grados variables de voluntad política en Europa con respecto a darle un apretón a las tuercas. Para la Unión Europea, no es honesto hacer lo que Estados Unidos quiere''.
Otro funcionario europeo dijo: “Vamos a ser muy cautelosos con respecto a lo que el Departamento del Tesoro estadounidense quiere que nosotros hagamos. Podemos ver que los bancos están desacelerando sus negocios con Irán. Pero, debido a que existen enormes intereses europeos involucrados, tenemos que ser muy cuidadosos''.
Funcionarios europeos argumentan que más allá de los intereses políticos y empresariales en Europa existen problemas legales, debido a que sus gobiernos carecen de las herramientas usadas por el Departamento del Tesoro bajo diversos estatutos estadounidenses, sea para congelar activos u obstruir transacciones basados en información secreta de los servicios de inteligencia.
Hace una semana, ministros europeos se reunieron en Bruselas, Bélgica, y adoptaron una medida que pudiera dar origen a leyes similares a las sanciones económicas, leyes y directrices presidenciales usadas en Estados Unidos, dicen varios funcionarios. Pero no está claro hasta dónde llegarían esas leyes una vez que fueran adoptadas.
El esfuerzo estadounidense por ejercer presión económica sobre Irán va de la mano con sus otras formas de presión, incluyendo la detención de operativos iraníes en Irak y el envío de navíos de guerra al Golfo Pérsico.
Aunado a lo anterior, funcionarios estadounidenses se niegan a descartar una acción militar contra Irán. Recientemente, Bush dijo en una entrevista transmitida por la Radio Pública Nacional, que Estados Unidos ''respondería con firmeza'' si Irán participa en actos de violencia en Irak, pero que con eso no se refería a ``que nosotros vamos a invadir a Irán''.
Diversos funcionarios europeos dijeron en varias entrevistas que ellos creen que Estados Unidos y Arabia Saudita tienen un acuerdo tácito para producir más petróleo a fin de mantener los precios bajos, y así ejercer mayor presión sobre Irán, país que depende del hidrocarburo para su solvencia económica. Ningún funcionario ha confirmado la existencia de un trato de esa naturaleza.
La administración hizo un llamado a Europa para que haga más en la esfera económica como parte de un acuerdo trasatlántico de hace dos años, mediante el cual Estados Unidos accedió a respaldar los esfuerzos europeos encaminados a negociar la solución de una crisis a causa del programa nuclear de Irán.
Según un documento empleado en las discusiones entre Europa y Estados Unidos, que cita a la Unión Internacional de Crédito y los Aseguradores de Inversiones, los mayores proveedores de este tipo de créditos en Europa, en el 2005, fueron Italia, con $6,200 millones; Alemania, con $5,400 millones; Francia, con $1,400 millones; y España y Austria, con $1,000 millones cada una.
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domingo, febrero 04, 2007
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