lunes, julio 23, 2007

Leonel y Danilo ante el reto de unificar al PLD

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Del Listín Diario, Matutino Dominicano
Un análisis de Guarionex Rosa

SANTO DOMINGO.- La convocatoria del comité político del Partido de la Liberación Dominicana a una reunión hoy, que debió celebrarse el pasado jueves, ha desatado las especulaciones en torno a la fecha de la proclamación del candidato Leonel Fernández, y de su reconciliación con Danilo Medina.

No se sabe si atribuir a los adversarios de Medina o sus amigos el decir que el derrotado candidato presidencial planteó una serie de concesiones para la reconciliación, como que le dieran la presidencia del partido y un tercio de cargos públicos. Las dos cosas, al parecer fuera de la realidad, más que beneficiar el nombre de Medina, lo perjudican. También perjudica al PLD que ha tratado, al menos en teoría, de distanciarse del modelo clientelista y de “la partidocracia” prevalecientes.

Nadie en sano juicio podría pretender que luego de ganar la convención con un 70 por ciento de los electores, con las encuestas a su favor después de la contienda interna y con las posibilidades de hacer una buena campaña, el presidente Fernández aceptará ser disminuido.

Si Fernández resignara la presidencia del PLD no solamente daría una demostración de debilidad innecesaria, sino que arriesgaría el futuro y disgustaría a los otros dirigentes del PLD aspirantes presidenciales, como Jaime David Fernández Mirabal y José Tomás Pérez.

Un análisis frío de lo que aconteció en el PLD en la contienda interna de mayo, indicaría que lo mejor para el presidente Fernández sería que Medina mantenga su espacio de reflexión hasta el año que viene cuando se abrirá la campaña electoral y haga lo único posible, apoyar la repostulación.

No hay nada que Medina pueda hacer pese a las especulaciones favorables que sitúan sus simpatías internas en 28 por ciento, que fue la cantidad de votos que obtuvo en el pasado Congreso Electoral. Sus contrarios creen que ese porcentaje comenzó a reducirse desde el momento en que perdió en todos los municipios y en zonas donde sus partidarios habían ganado en las elecciones del año pasado, como la Senaduría de la provincia Santo Domingo y la Sindicatura de Santo Domingo Oriental.

La mudanza de las simpatías hacia el candidato vencedor, el doctor Fernández, no solamente se refería a la realidad del resultado de la convención, sino al hecho de que para el PLD, lo importante es asegurar el triunfo en una elección que podría ser reñida en mayo del 2008.

ReconciliaciónLa reconciliación de los dos hombres públicos (Fernández y Medina) no es un paso fácil. El segundo se convenció a sí mismo, por su crecimiento en el seno del régimen y por los sentimientos negativos que genera ver al otro gobernar, que el momento era el suyo.

Tras el fracaso de su proyecto no ha encontrado salida. Volver tranquilamente a apoyar la repostulación presidencial desmentiría sus denuncias tras el Congreso Elector, en el sentido de que perdió del Estado. Esperar un poco complacería la verdad de que “el tiempo cura todas las heridas”. Es un dilema.

Volver ahora podría permitirle al derrotado candidato mantener la cohesión de sus seguidores. Esperar a último momento, sobre todo si el candidato-presidente crece mucho más en las simpatías del público, señalaría que no hacía falta. Ya se pensó que no hacía falta cuando no le designaron sustituto tras renunciar.

Una cosa favorable a Medina es que ha logrado mantener cierta expectación que sus asesores publicitarios han alimentado, para mantener lo que estiman crecimiento de su imagen pública y de sus perspectivas futuras, que en todo caso podrían depender del desempeño de Fernández.

Si se entendiera que en una campaña y elección reñida el año venidero, Fernández y su partido necesitarán del más mínimo voto, entonces el apoyo de Medina y su presencia en la lidia sería importante. De lo contrario, el ex secretario presidencial podría quedarse en su espacio de reflexión.

El caso es que si Medina se cruza de brazos durante la próxima campaña, le cederá el protagonismo a los dos que aspiran suceder eventualmente a Fernández, los ya mencionados Fernández Mirabal y José Tomás Pérez, pero también a los futuros aspirantes.

PROCLAMACIÓNLa proclamación del candidato-presidente parece ser un tema que apasiona a muchos peledeístas , pero para la mayoría del PLD, un tema mucho más importante podría ser asegurar que el partido se mantenga en el poder.

Para los electores peledeístas como para los contribuyentes, lo importante ahora sería que el gobierno oiga a los que piden “a comer barato” o a los que reclaman agua, en un momento de sequía que la CAASD no se le anticipó al público pese a que Meteorología lo advirtió temprano.

Muchos ni siquiera han reparado en decir que las dos medidas debieron ser adoptadas con anterioridad a los desórdenes de hace tres semanas en Pedro Brand.

Con o sin proclamación si Fernández perdiera terreno ahora, le sería difícil recuperarlo cuando se abra la campaña.

Quizás por ello muchos creen que el régimen tiene que sacudir sus filas y retirar a funcionarios que solo se han ocupado de sus intereses y de su futuro.

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