viernes, julio 27, 2007
EL BUENO, EL MALO E ISRAEL
por Samuel Hadas*
AJN.- ¿El malo?
Las aspiraciones hegemónicas del régimen que gobierna Irán en el corazón de lo que se ha bautizado el ¨Creciente Shií¨, están creando un nuevo orden regional que divide profundamente a los países de Oriente Próximo. La línea divisoria pasa entre los países árabes sunitas, encabezados por el así llamado Cuarteto Árabe, Arabia Saudí, Egipto los Estados del Golfo y Jordania, por un lado y una régimen radical chií, el régimen teocrático de Teherán, que actua en el convencimiento de que ha llegado la ¨hora de los chiíes¨. Mas info, clic en título
Irán, que continúa con obstinada determinación su carrera para obtener armamento nuclear, podría disponer en este momento de 3000 centrífugas y sus líderes no ocultan sus planes de construir 54 mil, lo que le permitiría tener una bomba nuclear antes de que finalice esta década, según expertos norteamericanos e israelíes. Teherán sigue arguyendo que los fines de su programa nuclear son pacíficos, pero después de haber engañado a la comunidad internacional durante largos años, solo los ingenuos creen hoy en las ¨pacíficas¨ intenciones de su régimen. El principal negociador nuclear iraní Ali Larijani, que informa directamente al líder espiritual, el Ayatola Ali Jamenei y al presidente Mahmud Ahmadineyad, en una de las raras entrevistas que concede a la prensa extranjera, declaró al Independent londinense, que el enriquecimiento de uranio es ¨como la respiración¨ para su país, que no tiene intención de detener el funcionamiento de las centrífugas en la planta de enriquecimiento de Natanz, incluso en el caso de que la administración del presidente George W. Bush le ofrezca garantías. Es evidente que las negociaciones de Irán con la Unión Europea y su anunciado propósito de cooperar nuevamente con la AIEA a ¨fin de encontrar una solución técnica y legal¨ no son sino maniobras dilatorias, mientras sigue engañando a la comunidad internacional.
Analistas israelíes consideran que la visión de Ahmadinejad es la de utilizar en el futuro el paraguas nuclear para una política internacional más militante bajo el lema de la ¨revolución islámica¨, una visión religiosa que llama a restablecer el Califato Islámico, lo que crearía las condiciones para la aparición de Mahdi, el Mesías musulman, según explícitamente fué expuesto por Ajmadinejad, en discurso en un encuentro de líderes religiosos de su país en noviembre del año pasado. El Mufti del Monte del Líbano, el Jeque al-Juzu, en entrevista con el semanario egipcio Ruz al-Yusuf, el 22 de diciembre último, declaró que Irán aspira a apoderarse de la región árabe. Para al-Juzu, lo que está sucediendo es una invasión Persa Iraní Chií que Jomeini no podo lograr, pero está siendo conducida por otros, como Hassan Nasrallah, Muktada Sadr, Alaziz Alhakim y Muhamad Ali Tashkiri.
Los países árabes ven como el viejo orden está siendo amenazado por un régimen ambicioso y seguro de si mísmo que no oculta sus intenciones e intenta instrumentalizar un islamismo que atrae hoy a la calle árabe más que las ideas importadas de Occidente o un nacionalismo secular que ha decepcionado además de la degradada situación económica y social. En Irak, suníes y chiíes estan envueltos en una interminable carnicería, mientras que Líbano donde los chiíes constituyen el grupo confesional más grande, se encuentra al borde de una nueva guerra civil; los palestinos están divididos en dos entidades con gobiernos enfrentados, después de la violenta toma del poder en Gaza de una organización fundamentalista radical, Hamas. Analistas árabes han señalado que parecería que a lo largo de toda la tierra árabe se impone una realidad, la de la guerra civil. Detrás de todos estos conflictos aparece la larga mano de Teherán, que además apoya a las comunidades chiíes, que constituyen minorías problemáticas en los Estados del Golfo, en Arabia Saudí. En el caso de Bahrain, constituyen la mayoría. Recientemente Hussein Shriatmadari, consejero del lider espiritual iraní aseguró en un editorial que Bahrain es ¨uno de los distritos de Irán¨, lo que ha incrementado la tensión entre Irán y los países del Golfo. Según este personaje, el ejemplo de Irán llevará al colapso a los ¨regímenes ilegales¨ del Golfo. Nada más ni nada menos.
¿El bueno?
Después de su impresionante triunfo en las elecciones turcas, el partido Justicia y Desarrollo del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, el AKP como se lo conoce por sus siglas turcas, deberá hacer frente a un amplio espectro de problemas tanto de política exterior como domésticos.
¿Hacia dónde se orientará la política exterior de Turquía? La primera reacción oficial de la Comisión Europea ha sido la de instar al nuevo gobierno turco a dar nuevo impulso al proceso de reformas socioeconómicas y políticas. El comisario responsable de la Ampliación, Olli Rhen, declaró que ¨es esencial que el nuevo gobierno reactive las reformas económicas y legales con la máxima determinación y con resultados concretos¨. Es de esperar que las gestiones del gobierno para ingresar a la Unión Europea reciban nuevo impulso, después de un año de estancamiento en el diálogo con la UE. El nuevo gobierno de AKP ha prometido ser más agresivo en sus aspiraciones ¨y hacerse cargo de las negociaciones¨, nombrando incluso un nuevo negociador-jefe dedicado exclusivamente a ellas. El nuevo gobierno hará todo lo posible para reencauzar las conversaciones con la UE. A fin de superar el eje Francia-Alemania, el gobierno deberá ser paciente, según analistas turcos. Como es sabido, Alemania solo propone a Turquia un partenariado privilegiado, mientras Francia se opone a su ingreso a la UE. También han expresado sus reticencias Austria, que reclama a Turquía un mayor ¨impulso y ambición en las reformas¨ y Grecia, de quien le separa principalmente el contencioso de Chipre.
Ante las reticencias europeas por su record en el tema de los derechos humanos, el gobierno podría acelerar algunas de las reformas exigidas por la UE antes de la publicación del próximo informe de la Comisión Europea sobre los avances en el proceso de reformas turcas. En la UE se considera que no lo tendrá fácil después del largo período de estancamiento sufrido en las reformas. La UE quisiera que el nuevo parlamento apruebe varias leyes antes de la publicación del informe. El problema del futuro de Chipre seguirá siendo uno de los más serios escollos para el ingreso de Turquía en la UE.
Un candente desafío a enfrentar será el del creciente terrorismo del ilegal partido kurdo PKK, con serias implicaciones internacionales, por cuanto actúan desde santuarios en Irak. El gobierno se apresta a implementar una nueva estrategia para abordar este problema. Pese a la presión de los sectores nacionalistas turcos, el gobierno se resiste a una acción militar masiva en territorio iraquí. La próxima visita a Ankara del primer ministro iraquí Nouri al Maliki es una indicación de la voluntad del gobierno turco de erradicar el terrorismo a través del diálogo, sin dañar las relaciones tanto con Irak como con Estados Unidos, su principal aliado en la OTAN, cuya Administración presiona sobre la UE para integrar a Turquia. No se esperan mayores cambios en las relaciones con los demás países vecinos, incluído Irán, con quién le une -y le separa- el problema. Las relaciones con otro vecino, Armenia, seguirá siendo una asignatura pendiente. Dos embajadores turcos retirados, en carta abierta al gobierno llaman a establecer relaciones con este país, en solidaridad con Azerbaijan y abrir la frontera clausurada.
Este gobierno, según editorial del New York Times, ha sido el más competente y exitoso gobierno turco en décadas. Es cierto, agrega, es un partido visiblemente musulman, pero también un partido visiblemente democrático y tolerante. Efectivamente, este partido impulsa un proceso de modernización impresionante, también en su política internacional, que seguramente continuará.
El primer quebradero de cabeza que espera al nuevo gobierno será la elección por el Parlamento del presidente de Turquía, cuya designación fué la causa de la crisis que obligó a la convocatoria de elecciones anticipadas. El AKP no cuenta con la mayoría necesaria para imponer un candidato por lo que deberá pactar con otros partidos un candidato de consenso. La política exterior, por el momento, tendrá que esperar.
Israel
Dos regímenes islamitas pero dos mundos que no se encuentran. Mientras el fanático régimen iraní se ocupa de amenazar a Israel, el gobierno de Turquía se propone mejorar sus relaciones con nuestro país.
Teherán ve en los focos de inestabilidad en la región una ventaja para sus intereses y considera que el tiempo juega en su favor. Sus líderes estiman que lo más probable es que ninguno de los focos de tensión ceda en un futuro previsible sino que, por el contrario, se agraven. Y si, como sucede en estos días, la renovada actividad diplomática con que Estados Unidos, el Cuarteto para Oriente Medio y los países árabes moderados intentan reencauzar el proceso negociador palestino-israelí logra algún ¨peligroso¨ avance que obstaculice sus pretensiones hegemónicas, sus clientes palestinos, Hamás y Yihad Islámica, se ocuparán de descarrilarlo, como siempre lo han hecho cada vez que en el pasado se intentó dar nueva vida al agónico proceso de paz palestino-israelí, recurriendo a la violencia, su elixir de vida.
El presidente Ahmadineyad no pierde ocasión para seguir amenazando obsesivamente a Israel, país que según él debería ser ¨borrado del mapa¨. Israel considera el fanático régimen teocrático de Teherán su principal amenaza estratégica y la paralización del programa nuclear iraní seguirá siendo tema prioritario de su política exterior. Como escribe un político norteamericano: ¨El presidente iraní ni siquiera nos obliga curiosear en el contenido de un libro de la categoría del Mein Kampf para que comprendamos que clase de individuo es. Entusiástica y obsesivamente discursea proclamando al mundo su compromiso con la aniquilación genocida de otra nación¨. Una intolerable amenaza en flagrante contradicción con la letra y el espíritu de la Carta de las Naciones Unidas, no obstante lo cuál todos hace mutis.
En cuanto al nuevo gobierno turco puede afirmarse que los resultados de las elecciones no han motivado demasiada preocupación en Israel, que considera a Turquía sino un socio estratégico, por lo menos un país con problemas e inquietudes similares frente a sus vecinos de Oriente Medio. Las especiales relaciones existentes entre ambos países en el campo de la seguridad se han mantenido prácticamente sin cambios desde que los musulmanes moderados del AKP asumieron el poder. En los últimos cinco años ambos países firmaron acuerdos en el campo de equipamiento militar multimillonarios. Los líderes de este partido y la diplomacia turca han asegurado que las relaciones continuarán fortaleciéndose.
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