martes, febrero 03, 2009

Al día


Escrito por: JUAN JOSÉ AYUSO

“…entre fusiles pedagógicos…”

Para hacer cumplir la ley de integración de 1963, el gobierno norteamericano de Lyndon Johnson tuvo que ordenar que la Guardia Nacional escoltara a los alumnos negros al entrar y salir de las escuelas.

 En Cuba, el poeta Nicolás Guillén, sensibilizado por la situación, escribió su poema Little Rock (Arkansas, en el sur norteamericano, gobernado durante seis períodos  1955-1967 por el racista Orval Faubus), y de allí estos versos:

 “…van los niños negros / entre fusiles pedagógicos / a su escuela de miedo./ Al llegar a las aulas, Jim Crow será el maestro, / hijos de Lynch serán sus condiscípulos / y habrá en cada pupitre de cada niño negro / tinta de sangre, lápices de fuego…”.

 (Jim Crow, nombre de las leyes segregacionistas del período inicial de lo  más duro de la discriminación racial en Estados Unidos. Del apellido de Charles Lynch (1736-1796), abogado y hacendado, viene “linchar”, ahorcar; método extrajurídico patrocinado por éste como castigo a los esclavos negros, “ley de Lynch”).

 La promulgación de la Ley de Integración fue apenas el comienzo de un acto de justicia que tomó años en ejecutarse de manera libre y completa y que aún hoy se cumple a regañadientes en los más recalcitrantes condados del Sur norteamericano,

 Hace nada más que 46 años, los estudiantes negros norteamericanos no podían ir en primaria, secundaria ni universitaria a los centros de estudios que se dedicaban de manera única a la instrucción y educación de los estudiantes blancos.

 Ese tiempo más tarde, que el negro Barack Obama se haya juramentado como el cuadragésimo cuarto presidente de Estados Unidos parece el inicio de la fase final del proceso de integración general.

 Inicio, que no es fin sino último hito del proceso que deberá terminar algún día con la aceptación por los blancos de la igualdad de los negros, ante ellos mismos más que ante la ley.

 En el decenio de los cincuenta emergieron la prédica y la figura del pacifista negro Martin Luther King y su reclamo de igualdad. La naturaleza de ese movimiento encontró una respuesta radical cuyo resultado principal fue la radicalización de la discriminación.

 Así, Angela Davis, Malcolm X, Stockely Carmichael, Elijah Muhammad y entre varios otros un grupo como Panteras Negras, postularon el reclamo de igualdad de derechos desde el punto de vista de la afroamericanidad  y enmarcado en el socialismo.

 Y reclamaron un apellido africano que no llevaban –lo mismo que en América Latina con los nombres hispanos de aborígenes, negros y mestizos-, por lo que Malcolm escogió la letra equis como apellido.

 Otros –el caso más notable sería el del boxeador Cassius Clay, quien adoptaría el de Mohammed Alí-, escogerían nombres musulmanes.

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