Recordé sin querer a Enrique Santos Discépolo y su cambalache cuando dice; hoy el noble y el villano el prohombre y el gusano bailan y se dan la mano sin importarle la facha.
Eso fue deslumbrante, debe ser la primera vez en la historia de la humanidad que la izquierda hace algo tan espectacular y memorable, es que nunca antes se habían sentado juntos proletarios y burgueses en el mismo vientre del imperio.
Hoy la izquierda dominicana debe sentirse orgullosa de tener a un insigne personaje como “La Tercia” ya convertido en todo un Miguel Mejía, Secretario de Estado y burgués de nuevo cuño capaz de disipar cualquier olor a petróleo por más Caribe que sea , él ha logrado lo que nadie se ha atrevido ni siquiera a imaginar.
Mi asombro no es para menos, con el solo hecho de ver como un izquierdista desafía el Departamento de Seguridad Nacional y hasta el Pentágono instalándole a la brava un partido de izquierda y que esto se haga con la bendición de los legisladores estatales y municipales, Nelson Castro, José Rivera, María Báez y Miguel Martínez, es un hecho sin precedentes digno de ser reconocido con “un busto de cuerpo entero” pero que lo coloquen en un lugar seguro donde las palomas no se atrevan a cagar encima de la cabeza de “La Tercia”.
De ese histórico evento surgen algunas preguntas para que los organizadores, y el propio Miguel Mejía, o no sé quien se encargue de dar respuestas. ¿Cuánto dinero salió de los bolsillos de Miguel Mejía para costear ese evento? ¿Fue el gobierno que lo pagó con el dinero de los contribuyentes? ¿Tiene el MIU capacidad económica y de convocatoria para hacer un montaje de esa naturaleza? ¿Estaba la auténtica izquierda representada en ese lanzamiento? Ultima pregunta ¿Es el Secretario de Estado Miguel Mejía un tipo confiable?
Cómo diablos el MIU, que es una entelequia como organización política, y como todo, puede costearse un lujo de ese tamaño hasta con transmisión de dos horas por vía satélite, es probable que el costo de todo ese “mega espectáculo” nunca lo lleguemos a saber, como tampoco nunca nos vamos a enterar de quienes sufragaron los gastos, lo que sí se sabe es que eso fue una estocada a las organizaciones de izquierda que han mantenido vivo el espíritu de lucha y defensa de los intereses del pueblo.
La Tercia en maniobra de atraque y fondeo
En los corrillos de la izquierda dominicana se le conoce como “La Tercia” por sus maratónicas bebentinas de ron barato, y Miguelón por su corpulencia similar a la de “Andrés el gigante” el viejo héroe de la lucha libre, es el enlace del gobierno de Leonel Fernández con el Presidente Hugo Chávez, China Comunista, Corea del Norte y creo que hasta con Cuba. Tanto Venezuela como Corea a lo mejor piensan que el MIU es una gran fuerza política y que Miguelón es un gran líder de la izquierda, si así lo consideran están equivocados. Miguel Mejía es solo un ex izquierdista que se pasó a la derecha de la que es su servil y beneficiario y el MIU una burda excusa para reivindicar sus nexos internacionales en ocasiones muy productivos o algo parecido, dependiendo del “Petro con que usted lo Caribe”.
Se cree que reside en un lujoso hotel de la capital, alejado del barrio y la miseria que lo vieron crecer junto a sus camaradas y los muchachos que tiraban piedras, en la alfombra roja del hotel no tiene que pisar la mierda de los perros realengos de “Borojol”, ni entrar de lado por el callejón que daba acceso a su casa materna, y eso no es malo.
El evento de “La Tercia” fue un poco difícil de comprender a simple vista y sin microscopio, se requiere una profundidad al estilo Stephen Hawking para entenderlo, imagine que fue un espectáculo de la izquierda sin la izquierda, allí en lugar de dirigentes populares vimos a encopetados hombres del poder que a lo mejor nunca se han enterado que Carl Max está muerto y enterrado como dice Joan Manuel Serrat. El lanzamiento del MIU en la Gran Manzana fue en grande así como es Miguelon.
Para colmo de colmos no juramentaron a nadie, ni dieron a conocer la dirección de su oficina, por eso ahora no sabemos quiénes son los “MIUSES” ni donde operan.
A lo mejor es que al igual que el cambio climático y las mutaciones aceleradas de la naturaleza, también la mentalidad de la gente está cambiando sin uno darse cuenta y piezas importantes de la derecha se están virando para la izquierda.
Así el concejal Miguel Martínez lo veremos haciendo un piquete frente a su propia oficina protestando contra el fraude que le hizo a la Junta de Elecciones, los fondos económicos que le otorgó a la UCAN en una maniobra descarada de nepotismo y donde recién las autoridades incautaron hasta los cables de las computadoras.
José Rivera, el cacique desahuciado, en un acto de desobediencia civil contra sus vagabunderías políticas y actitudes reñidas con la moral que lo hicieron volar mediante decisión judicial de la presidencia del partido demócrata del Bronx.
El asambleísta Nelson Castro haciendo un vía crucis como penitencia por su cuestionada conducta pública que lo llevó a declararse culpable de robo en menor cuantía y posteriormente condenado a devolver cinco mil dólares y a cumplir tres años de libertad condicional bajo la lupa de las autoridades.
A los síndicos Hanoi Sánchez, Luis Alberto Concepción y Jesús Feliz, haciendo movilizaciones en reclamo de la recogida de basura, la insalubridad, delincuencia, prostitución y la insuficiencia de sus administraciones en sus respectivos municipios.
Y el resto de los virados hacia la izquierda concentrados frente al Palacio Nacional quemando gomas contra la falta de seguridad de la población, las promesas incumplidas, el aumento salarial de los médicos, la corrupción, el narcotráfico de empresarios, de organismos militares y policiales, de funcionarios que son los dueños de la “merca”, las avionetas, las lanchas y los laboratorios.
El izquierdismo de La Tercia
El izquierdismo de La Tercia es muy “sui géneris” porque viaja en primera clase, se aloja en los mejores hoteles y se deja homenajear en la alcaldía, el centro operativo de Mike Bloomberg uno de los hombres más ricos de los Estados Unidos y que como tal no debe ser bien visto en los predios del MIU por aquello de la concentración de riquezas y capitales, la plusvalía, explotación de obreros en fin lo que le huele mal a la izquierda , allí los concejales le dieron una proclama sin aparente razón, una práctica que ha festinado Miguel Martínez el “honorable del distrito 10”, que le ha caído a “proclamazos” a todo el que le pase por el lado.
Lo paradójico del caso es que New York le da una proclama a “La Tercia” a pocas horas de que éste firmara un acuerdo de cooperación entre el MIU y los norcoreanos que son la espina en el zapato para los Estados Unidos, eso sucedió tal vez porque los ediles del patio no tenían ese dato.
Otro aspecto interesante de esa proclama es que en la foto oficial de entrega no aparece el concejal Charles Barron, el único con “tendencia izquierdosa” y con los pantalones bien apretados en ese cuerpo legislativo, su ausencia me hace pensar que a lo mejor dijo “to hell with his proclamation”
No hay dudas de que el lanzamiento del MIU en New York y todo lo que sucedió en su entorno marcó un hito en la historia de la izquierda y probablemente algo similar no lo volveremos a ver por el resto de este milenio.