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El ingeniero Félix Bautista ha dicho, léase bien, que llevará a los tribunales a todo aquel que le haya difamado por el contrato de 130 millones de dólares suscrito con la Sun Land. Por supuesto, por la más simple de las razones pocos toman en serio sus palabras.
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Si llegara a cumplirse tal advertencia sin excepción alguna, podría ocurrir entonces que un destacado miembro del gabinete de su propio gobierno se las vería con él en el Palacio de Justicia. Me refiero al secretario de Estado de Hacienda, Vicente Bengoa, quien dijo a los medios que el señor Bautista firmó los famosos 19 pagarés sin estar autorizado para ello.
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Según lo reseñara el Listín Diario, Bengoa sostuvo que el poder otorgado por el Jefe del Estado a Bautista no le autorizaba a firmar esos pagarés, por lo cual el gobierno no los honraría, aunque resultó después que ya han sido pagados 15 del total.
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De todo cuanto se ha dicho sobre el papel del señor Bautista en el caso, nada podría afectarle tanto como el planteamiento del secretario de Hacienda. En cualquier otro país, esa revelación habría seguido de su destitución del cargo y su probable enjuiciamiento.
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Pero ni el señor Bengoa ha desmentido a los medios, ni el señor Bautista ha hecho otro tanto con el locuaz secretario de Hacienda. Todo parece indicar que el recurso de inconstitucionalidad elevado por el Partido Revolucionario Dominicano ante la Suprema Corte no será fallado en buen derecho y que el asunto se diluirá como tantos otros en el pasado.
. Pero lo cierto es que nunca antes un gobierno le había mentido tan repetidamente a la nación como lo ha hecho la presente administración en el caso de la Sun Land. Las contradicciones en que incurren los funcionarios sobre el tema que a diario se leen en la prensa son de antología.
El contrato de la Sun Land deja aquel otro famoso de la Hydro-Quebec como un juego de niños. Son 130 contra sólo ocho milloncitos.
Miguel Guerrero es escritor y periodista
mguerrero@mgpr.com.do
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